17 millones de euros. Es el primer precio que puso el Barça a Neymar. La agencia de representación de futbolistas DIS propietaria del 40% de los derechos federativos del brasileño, recibió el porcentaje del traspaso acordado sobre los 57 millones que reconoció más tarde Sandro Rosell. Una cifra que dista de los más de 83 millones de euros en los que la investigación tasa el fichaje. La Fiscalía habla incluso de 94.8 millones.
En este escenario fructificó la querella de DIS. José de la Mata, magistrado de la Audiencia Nacional, admitió a trámite la queja. Ahora tendrá que decidir si acepta las peticiones del Ministerio Fiscal, que reclama la comparecencia como investigados (nomenclatura para referirse a los imputados tras la nueva redacción de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) de las ocho partes sobre la palestra.
Son el propio Neymar jr; su padre Neymar Da Silva; el actual presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu; su antecesor en el cargo, Sandro Rosell; sus homólogos en el Santos, Odilio Rodríguez y Luis Álvaro de Oliveira; así como a los dos clubes en su condición de personas jurídicas.
Ofertas superiores de Madrid, Chelsea y Bayern
El Barcelona pudo adquirir los derechos de Neymar "fuera de la normal competencia" y por un valor "inferior al del mercado". Así consta en el auto de admisión a trámite de la querella de DIS elaborado por de la Mata. La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, órgano superior al magistrado instructor, avaló la apertura de la investigación al detectar "visos de perpetración criminal".
El juez maneja ofertas por Neymar de Real Madrid, Chelsea, Bayern Múnich y Manchester City. A tenor de las cantidades presentadas, la operación con la que el equipo azulgrana se aseguró la incorporación en 2013 pudo "quebrar la libre competencia en el mercado de fichajes".
Rosell y Bartomeu cerraron en noviembre de 2011 el acuerdo por el que Neymar se incorporaría al Barça en 2014, resuelto el contrato con el Santos. Lo haría a cambio de 40 millones para el futbolista y la empresa de su padre. Por supuesto, debía rechazar todas las ofertas con una cláusula por incumplimiento de 40 millones. El magistrado justificaba la posible comisión de un delito de corrupción entre particulares por negociar "fuera de la normal competencia con el resto de clubes interesados, por valor inferior al del mercado y sin pagar las cuantiosas cifras que ofrecían otros clubes".
Simulación de contratos
Al menos dos contratos entre el Barcelona y los propietarios de derechos de Neymar supusieron una "simulación". El auto también detalla el posible delito de estafa desde la pretensión de disfrazar lo que en realidad era el pago por la trasmisión de derechos federativos con otros conceptos que no obedecían a la realidad". Concretamente el pago de casi 8 millones de euros en concepto de seguimiento de fútbol base brasileño y las adquisiciones de futbolistas hasta entonces desconocidos: Víctor Andrade Santos (por el que pagó 3,2 millones), Givanildo Pulgas Da Silva (1,8 millones) y Gabriel Barbosa Almeida (2,9 millones). El segundo contemplaba la celebración de un amistoso en Brasil con Neymar como jugador del Barça a cambio de 4.5 millones de euros.
El fichaje de Neymar se investigó en otra causa que instruyó también de la Mata en la Audiencia Nacional, pero finalmente se trasladó a un juzgado de Barcelona una vez abierto juicio oral. Ese procedimiento también se dirige contra Bartomeu, Rosell y el Barça por delitos fiscales, societarios y de apropiación indebida. La Fiscalía pide 2 años y 3 meses de cárcel para Bartomeu y 7 años y 6 meses para Rosell, así como multas de 3,8 millones y 25,1 millones de euros, respectivamente, y que el club pagara a Hacienda 11,4 millones en concepto de indemnización y una multa de 22,2 millones.