Ya son veintiséis. Palabras mayores lo de este Valencia Basket, que suma y sigue sin perder en lo que va de temporada, con once triunfos europeos y quince de quince en la competición doméstica, una Liga Endesa que sigue liderando de forma más que meritoria. Esta jornada se labró un complicado triunfo ante un Morabanc Andorra que sigue peleando por la Copa del Rey basándose en una plantilla bien construida, con un interior dominante como Shermadini, un tirador letal como Bogdanovic (Stojanovski no tuvo el día), y un base tan completo como Víctor Sada. Los del Principado apretaron y mucho las clavijas a los de Pedro Martínez, pero cada una de las decisiones de los taronja en la recta final estuvo bien escogida, y no se puede decir lo mismo del cuadro andorrano. Si en los locales David Navarro se metía entre una multitud de rivales, o Víctor Sada era el elegido para lanzar un triple desequilibrado (nunca fue un buen tirador el ex culé), el líder de la liga volvió a hacer gala de su inteligencia e ingente cantidad de recursos, y esta semana le tocó a un excepcional Antoine Diot ejercer de jugador letal. Dos triples extraordinarios del francés cuando más quemaba la bola sentenciaron un triunfo de mérito, otro más, de un equipo que no para de lanzar avisos a quien quiera recogerlos. La temporada avanza y avanza, y siguen sin conocerse el color de la derrota a orillas del Turia. Chapeau.
No se puede decir que tuviera mucha suerte Televisión Española con el partido elegido para dar en abierto esta jornada. Y lo peor es que era algo previsible. La diferencia entre Real Madrid y Baloncesto Sevilla a día de hoy es tan grande, que sencillamente pasó lo que tenía que pasar. 107-83 y porque el Madrid, con 63 puntos al descanso, no dio siquiera la sensación de apretar de verdad las clavijas. Pocas conclusiones podrán sacar los blancos, dado lo pronto que quedó resuelto el partido, aunque algunas sí se vislumbraron. Laso dio minutos a todos, la pintaban calva para ello, por ejemplo a un Willy Hernangómez que volvió a mostrar que puede ser efectivo en pista delantera pero que sufre horrores en defensa, donde el checo Ondrej Balvin le dominó desde el inicio cuando se emparejaron. La previsible llegada de Augusto Lima el 25 de enero dará de bruces en la plantilla con un pívot mucho más móvil, más del estilo que gusta al técnico vitoriano, capar de hacer ayudar largas y defender exteriores, algo que, por cierto, está empezando a mostrar un Maurice Ndour que parece empezar a entender su rol de `nuevo Slaughter´, por más que sea un jugador que aún debe curtir mucho algunos defectos si quiere ser importante a nivel europeo. No se avecina pues que Hernangómez tenga un gran recorrido en lo que queda de temporada, así las cosas. Y eso que Nocioni sigue metido en formol, esperando las grandes batallas que llegarán en breve en Euroliga y con la Copa del Rey. El que se cada vez más importante es un KC Rivers que parece tocado por una varita mágica, y cuyo nivel actual complicará en cierta medida la vida a su entrenador cuando vuelvan a la rotación Rudy y Llull, además de Carroll y Maciulis. Quizá Jefferey Taylor deba atarse lo machos si no quiere verse sin apenas minutos en marzo.
No afloja el Barça Lassa, que este año sí está respetando como se debe la liga regular de la ACB, algo que se le podía perfectamente criticar en temporadas previas. La exhibición triplista de Álex Abrines (¡Qué falta le haría al baloncesto español que mostrara más regularidad, pues le sobra capacidad!) en Tenerife certificó una nueva victoria azulgrana (64-83). Tras una primera parte igualada, la segunda mostró la ingente diferencia entre ambas plantillas, y no hubo historia más allá del minuto 25. El cuarteto de arriba lo cierra un Baskonia que, pese a la importante baja de Ioannis Bourousis, en Grecia por motivos personales, siguió mostrando una gran solidez para vencer en la siempre difícil Manresa en el encuentro con su ex entrenador Ibón Navarro (76-85). Toda una muestra de carácter hacerlo sin su gran referente interior.
A falta de sólo dos jornadas para que resuelva, la lucha por jugar la Copa del Rey sigue igual de apasionante. Con seis plazas ya asignadas (los cuatro de arriba más virtualmente el Herbalife Gran Canaria, y el Río Natura Monbus como anfitrión), siete equipos siguen aspirando a los dos huecos restantes. Desde el 6º, el resucitado Unicaja (balance de 7-8), hasta el ICL Manresa en el 13º puesto (6-9), están en sólo una victoria. Vienen dos semanas por delante repletas de emociones. Aunque Unicaja, Morabanc y Bilbao Basket parezcan los favoritos a repartirse esos dos puestos, desde atrás aprietan algunos como un UCAM Murcia que pasó por encima del Fuenlabrada (99-75) y que tiene un calendario razonablemente asequible estas dos semanas.
Posiblemente uno de los grandes puntos de interés de la jornada estaba en el partido entre los dos últimos. Movistar Estudiantes y Retabet GBC se medían en Madrid en algo que era poco menos que una final para los vascos, que la saldaron con notable (85-90), e hicieron reconocer a Diego Ocampo, que los colegiales, jugando actualmente sin americanos, la gran lacra del club en la última década, han "tocado fondo". Se le avecinan momentos complicados al técnico gallego en un Movistar que ya es vicecolista, a dos triunfos de la permanencia. Y recordemos que este año al menos hay un descenso garantizado, pues Orense será ACB la próxima campaña. El Estudiantes necesita una catarsis más pronto que tarde, aquella que pareció llegar con el triunfo en Bilbao pero que no se ha consolidado. Esa misma que el GBC logró con un Porfi Fisac en el banquillo que ya suma tres triunfos en cinco jornadas, algo impensable hace un mes. No se pueden obviar los refuerzos, con un Marcus Landry sensacional ante el Estu, pero Fisac está sacando partido a una plantilla que no parecía dar para mucho hace no tanto.