Sin cambios y con un once que podría ser el titular en el primer partido de Liga ante el Alavés en el Calderón. Así planteó Simeone el partido por el tercer y cuarto puesto del Trofeo Ramón de Carranza. El Atlético de Madrid no realizó ni un solo cambio y testó a su plan A con 90 minutos exigentes.
Como ya sucediese en la semifinal perdida ante el Cádiz, el viento fue el invitado molesto de la tarde, pero el Atlético ofreció mejores sensaciones con hombres como Godín, Tiago, Saúl, Thomas, Gaitán y Gameiro. El último de esta terna debutó como rojiblanco y generó peligro constante. Sólo le faltó el gol, algo que pusieron Gaitán y Godín. El central llegó a tiempo para evitar otro 1-1 y sentenció el choque en los últimos minutos.
Debut de Gameiro y gol de Gaitán
Los primeros 45 minutos del Atlético ante la selección de estrellas nigerianas dejaron detalles muy a tener en cuenta. Uno de los principales es que Tiago sigue siendo el cerebro de la medular y su función de metrónomo, independientemente de la edad de su DNI, es fundamental.
Aparte de Tiago brilló otro jugador con pasado en el Benfica: Nico Gaitán. El argentino fue el encargado de abrir el marcador con un potente disparo que evidenció la gran pegada que posee. No tendría continuidad durante los 90 minutos, pero cuando tuvo opción de mostrar su calidad no dudó en hacerlo.
En la delantera, Gameiro lo intentó todo jugando como le ha pedido Simeone. Cae a bandas, se muestra, combina con sus compañeros y si no tiene opción de disparar, asiste. Se le vio cómodo en su primer partido y adaptado al estilo. Los goles no llegaron en Cádiz, pero el francés tiene buena pinta ya que con o sin suerte genera ocasiones y eso en un ‘9’ es fundamental.
Varios avisos de Godín y Saúl a balón parado cerraron un primer acto sin apenas problemas para el Atlético.
Godín corrige a Savic
En la segunda parte, el Atlético de Madrid contemporizó y bajó la velocidad de su juego. Por momentos hubo varios futbolistas que bajaron demasiado la intensidad y esa falta de tensión le pasó factura a Savic a diez minutos del final. El montenegrino dejó botar un balón perdido y su error acabó en el empate a uno de los nigerianos.
La grada del Ramón de Carranza ironizó demasiado con su apoyo al combinado africano y ese hecho no sentó demasiado bien a Godín. El uruguayo no se relaja ni jugando en casa con sus amigos y sería el encargado de marcar el 2-1 de cabeza cuando ya se volvían a intuir los penaltis. Mirada a la grada, aplausos irónicos y mensaje de capitán.
El Atlético finaliza su pretemporada con una victoria en su último partido y con muchas ganas de ver más. Gameiro acabó el partido enfadado por no marcar y esa rabia a buen seguro gusta a un Simeone que no vio lo mismo el año pasado en Jackson Martínez. La vieja guardia liderada por jugadores como Godín sigue funcionando. Ahora le toca a los nuevos.