Zinedine Zidane perdió su duelo particular con Luis Enrique. La batalla táctica se le volvió a atragantar al técnico galo. En el duelo de pizarras, Zizu no salió bien parado del Clásico.
Zidane renunció a su propia filosofía –no forzar a un jugador que acaba de salir de una lesión– en el once inicial. Gareth Bale –recuperado a marchas forzadas tras su decimoctava lesión de blanco– jugó de inicio. Marco Asensio –que venía de dar una exhibición ante el Bayern–, e Isco –el malagueño atraviesa el mejor momento de forma de la temporada–, se quedaron en el banquillo. También James. Lucas Vázquez ni siquiera estaba convocado...
Bale duró 35 minutos. La decisión, injusta en lo futbolístico con su plantel, le salió rana al técnico merengue. Cambio obligado, entró Marco Asensio, y a reestructurar el equipo.
Otro de los males tácticos flagrantes de Zidane fue la recta final del choque. El Madrid, tiró de orgullo y de fútbol para conseguir empatar con 10 tras la expulsión de Ramos, pero no supo anestesiar el choque. No supo leer el partido. Es inadmisible que el Barça te monte una contra en el último minuto. Quedaban 35 segundos y en un saque de banda culé hasta 6 jugadores merengues estaban en campo contrario. La distancia entre estos 6 jugadores y el resto era enorme. Por lo que el Barça al conseguir salir de la presión adelantada, tiene espacios para correr. Los de Luis Enrique montaron con demasiado facilidad una contra... ¡en el último minuto!
Con el 2-2 la Liga era blanca. ¿Cómo puedes permitir que tu equipo defienda tan mal un saque de banda en campo contrario? En muchos partidos esta temporada el Real Madrid ha conseguido imponerse en los últimos minutos tras no firmar su mejor partido. En ocasiones falto de fútbol, la calidad individual sacaba de un apuro a los merengues. Este domingo en el Clásico fue al revés. El Madrid firmó un gran partido, pero en la última jugada el Barcelona dio un zarpazo que deja la Liga en el aire. La suerte, ese extraño elemento que en muchas ocasiones parecía estar de su lado, no le acompañó ayer a Zidane.
¿Qué pensará Isco?
Isco Alarcón volvió a vivir su cruda realidad vestido de merengue. Da igual que esté atravesando su mejor momento de forma de la temporada, cuando llegan los partidos TOP las cartas están marcadas. Bale, Benzema y Cristiano, aunque no estén al 100%, están por delante. Isco, que no jugó ni un minuto, termina contrato el próximo verano y detalles como el quedarse fuera del Clásico pueden hacerle reflexionar sobre su futuro en el Real Madrid. Mal negocio para el conjunto blanco antes de ponerse a negociar con el malagueño.
Por contra, Luis Enrique, sin hacer ningún alarde táctico, consiguió ser trascendente. Sacó de inicio a Paco Alcácer en lugar de Neymar. El ex del Valencia tuvo una discreta actuación, fallando incluso una clara ocasión dentro del área, su hábitat natural. Sin muchos recursos en el banquillo, Lucho hizo un cambio clave que modificó el rumbo del partido en la segunda mitad. En el 70, a pesar de ir 1-1, metió a André Gomes, un centrocampista de corte defensivo, y quitó al propio Alcácer. Fue un movimiento táctico inteligente. El Barça recuperó el control del centro del campo.
El asturiano no ha conseguido dotar de solidez a su equipo, el sistema defensivo del Barcelona sin balón es una verbena, y su juego en estático depende de las pinceladas individuales, pero este domingo en el Bernabéu, en su último Clásico, Luis Enrique ganó la batalla de pizarras a Zinedine Zidane.
Zidane, que ha conseguido que su equipo llegue fresco a la recta final de temporada gracias a las rotaciones, que tiene al Madrid metido en semifinales de Champions y que depende de sí mismo para ganar la Liga, cometió errores muy graves en dos partidos claves: ante el Atlético y frente al Barcelona. En el derbi y en el Clásico. Errores que podrían costar una liga.