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La fe de Marcelo ante el Valencia rescata la Liga para el Real Madrid (2-1)

El gol en el 86’ del lateral revivió a los locales. Cristiano falló un penalti con 1-0. Alves y Parejo rozaron el disgusto blanco. 

El gol en el 86’ del lateral revivió a los locales. Cristiano falló un penalti con 1-0. Alves y Parejo rozaron el disgusto blanco. 
Marcelo salvó al Madrid. | EFE

Jugarse el título liguero por muy Real Madrid que seas siempre genera esas mariposas en el estómago que se pueden convertir en una delicia si las cosas van bien o en un torbellino de nervios, que finaliza en un estado de ansiedad terrible, si el resultado no te acompaña. Esa lucha de sensaciones es más intensa aún en los últimos partidos ligueros y ante el Valencia, el conjunto de Zidane vivió ambas cosas en la totalidad del encuentro.

El Real Madrid salió con la novedad de James Rodríguez acompañando al once o en este caso diez más habitual de Zidane y enfrente se encontró a un Valencia sabedor de que competir y mantener a los locales con la ansiedad en su punto más alto eran las únicas maneras de sacar nuevamente algo positivo del Bernabéu. Ese era el plan de Voro y sólo Marcelo en el 86’ fue capaz de hundir su estrategia.

La fe del lateral zurdo del Real Madrid bien puede valer una Liga porque los campeones en cualquier deporte y en cualquier competición saben una cosa: si no puedes jugar bien al menos tienes que ganar independientemente de cómo alcances esa victoria. Los blancos alternan partido brillantes con otros agónicos. Plan A con plan B. Pero lo más importante lo están consiguiendo y si ganan la Liga poco se hablará del camino atravesado hasta la misma.

El Valencia sí dio guerra en Chamartín

Le costó mucho al equipo de Zidane meterse en el partido. El Valencia avisó con una doble oportunidad, poste incluido, de Santi Mina en el minuto 1 dejando claro que ante el Real Madrid sí iban a dar la cara. Los visitantes templaron continuamente el juego y siempre que podían ganaban centésimas de segundo en posesiones largas y ataques lentos que, sin tener velocidad, sí tenían una notable profundidad en los mismos. En resumen, jugaron con inteligencia.

El plan ché mantuvo demasiado tenso al Real Madrid que sólo en vio en Modric a su ‘trankimazin’ más eficaz. El croata ha vuelto por su fueros y cuando su equipo necesitó calma, él la puso. Luka, poco a poco, empezó a verse más arropado por su compañeros y antes de la media hora de juego Cristiano Ronaldo terminaría de relajar al Santiago Bernabéu.

La jugada del 1-0 nació desde la parte derecha con el omnipresente Carvajal, empeñado una y otra vez en ser el mejor lateral diestro del mundo, para muchos ya lo es, y desde ese flanco llegó el centro que sólo un nueve puede hacer bueno en el mismo corazón del área. ¿Quién es el nuevo ‘9’ blanco? Cristiano Ronaldo. El luso midió los tiempos, lanzó una carrera perfecta desde atrás y cruzó la pelota de cabeza para dejar claro que si tiene que cambiar su zona de caza para seguir cazando goles lo hará.

El resto de la primera parte fue un quiero y no puedo del Valencia en varias contras fallidas. El Real Madrid había hecho lo más difícil aunque aún quedaba mucho tiempo por delante para sentenciar o caer en la trampa rival. Cayeron, pero resucitaron con el acento brasileño de Marcelo.

Poca paciencia, susto y Marcelo

El Real Madrid tiene muchas ganas de llevarse una nueva Liga a sus vitrinas y en la mayoría de las ocasiones no sabe controlar ese ímpetu para traducirlo en oficio. Los hombres de Zidane no están sabiendo bajar una marcha menos en los encuentros y eso permite a los rivales encontrar más espacios de los debidos. Ante el Atlético eso costó un empate, frente al Barcelona, una derrota, y el Valencia rozó otro nuevo error del Real Madrid por su falta de tranquilidad.

El Santiago Bernabéu vivió en la segunda parte un déjà vu continuo aunque con final feliz. Los aficionados blancos vieron como su equipo se lanzó con más temeridad que valentía en busca del 2-0 y cuando Cristiano erró el penalti que hubiese matado el choque y que generó la candidez de Parejo al agarrar a Modric, la grada se echó las manos a la cabeza pensando en un otro tropiezo liguero.

El Valencia vio en la ambición del Real Madrid un atisbo de duda en el resultado y metro a metro fue encontrando más situaciones cerca de la portería de Keylor Navas. Cristiano desapareció tras el penalti fallado ante el muro Alves y Zidane se vio obligado a tirar de fondo de armario para revitalizar el ataque. Asensio por James y Morata por Benzema fueron su cambios.

El devenir del choque quiso que los minutos finales fueran un ida y vuelta precioso para el espectador y desesperante para el equipo que más cerca veía la victoria. En esas apareció Parejo en el 82’ para marcar un golazo de falta de bandera y dejar al Bernabéu con cara de "nos ha vuelto a pasar lo mismo"

Con el 1-1 del Atlético y el 2-3 del Barcelona demasiado reciente en la memoria, el Real Madrid tuvo que tirar de su gen ganador para asustar al Valencia en el momento en el que ellos mismo parecían aterrorizados. En esas situaciones la fe de uno puede ser la de todos y sería Marcelo el que más creyó en el 2-1 y en la victoria final. Su tanto en el 86’ lo demostró.

Otro gol agónico, en un partido donde la moneda cayó de cara para el Real Madrid, acerca la Liga a Chamartín. Ahora, toca Champions.

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