La proclamación ilegal de independencia por parte del gobierno catalán ha generado multitud de opiniones de todo tipo y distinto ámbito. En lo que respecta a los dos equipos catalanes históricos de primera división, el silencio y la tranquilidad han sido su manera de proceder.
El Barcelona, que teme que la situación de Cataluña le obligue abandonar La Liga, no tiene intención de pronunciarse de manera oficial al respecto. La ilegalidad de esta medida hace que el club azulgrana sea muy prudente en su proceder.
Por su parte en el seno del Español su directiva está mucho más tranquila. No tienen la más mínima duda de que, pase lo que pase, seguirán jugando en La Liga. Desde el principio se han mantenido al margen del proceso –el Barcelona mostró su apoyo al referéndum ilegal del 1-0– y siempre han conseguido separar política y deporte. Se consideran únicamente un club de fútbol, aceptan las ideas políticas de cada uno de sus socios, pero todos se mueven en la misma dirección: los colores blanquiazules del conjunto perico.