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Los penaltis también castigan al Madrid y dejan la final del Carranza entre el Cádiz y el Betis

El Real Betis se clasificó para la final del Ramón de Carranza tras superar al Real Madrid en la tanda de penaltis (5-4) después de acabar con empate a tres tantos un encuentro con más goles que fútbol. Fue una resolución inesperada porque el club blanco parecía tener amarrada la victoria después de que el zaguero italiano Fabio Cannavaro, con un potente disparo desde el borde del área, estableciera el 2-3. El cuadro de Capello no supo aguantar la ventaja y dio vida a los béticos, que no perdonaron. Los verdiblancos disputarán el trofeo al Cádiz, que también necesitó los penaltis para deshacerse del Villarreal.

El Real Betis se clasificó para la final del Ramón de Carranza tras superar al Real Madrid en la tanda de penaltis (5-4) después de acabar con empate a tres tantos un encuentro con más goles que fútbol. Fue una resolución inesperada porque el club blanco parecía tener amarrada la victoria después de que el zaguero italiano Fabio Cannavaro, con un potente disparo desde el borde del área, estableciera el 2-3. El cuadro de Capello no supo aguantar la ventaja y dio vida a los béticos, que no perdonaron. Los verdiblancos disputarán el trofeo al Cádiz, que también necesitó los penaltis para deshacerse del Villarreal.
L D (EFE) El equipo de Javier Irureta, que forzó las penas máximas con un polémico penalti postrero de Iván Helguera sobre Edu que transformó el propio brasileño, se mostró infalible en la lotería y la parada de Toni Doblas en el último tiro de Roberto Carlos permite al cuadro sevillano disputar este sábado la final al Cádiz, que accedió por el mismo sistema frente al Villarreal.

Comenzó pronto el Betis a asustar con un disparo de Maldonado en el minuto 4 desde el borde del área. Sólo 3 después, los andaluces se adelantaron sorprendiendo a la zaga merengue. Pase de Edú al hueco para que Dani batiera a Iker Casillas. El gol motivó a los blancos, aunque el Betis y Joaquín, que aún no sabe si seguirá en el club, no perdían el hilo al encuentro y llegaban ante Casillas más de lo que a Capello le hubiera gustado.

El Real Madrid se encontró con la remontada justo antes del intermedio de forma inesperada y polémica. Primero porque el colegiado, a instancias de su auxiliar, decretó penalti por presunta mano de Quique Romero que transformó el holandés Ruud van Nistelrooy y segundo tras una internada en situación dudosa del italiano Antonio Cassano que culminó Raúl González.

En la segunda mitad, los cambios efectuados de salida por Capello —dio entrada a Robinho, Baptista, Woodgate y Cicinho— no mejoraron el panorama madridista, que perdió con bastante facilidad el balón en la medular. Con un juego mediocre, el Betis devolvió las tablas en un clamoroso error de la zaga en una falta botada por Assuncao, tocada de cabeza por Joaquín y remachada en solitario, a un metro de Iker Casillas, por Dani (m.59).

El empate hizo reaccionar al Madrid, que se lanzó al ataque por impulsos. Pero pese a tener un auténtico arsenal ofensivo, solamente los hombres de atrás llevaban peligro, caso de una jugada personal de Sergio Ramos (m.73) con disparo final al lateral de la red y de Cannavaro, quien se estrenó como artillero blanco con un potente disparo desde el borde del área.

Y cuando parecía que el equipo de Capello se llevaba el partido y se metía en la final, un extraño penalti de Iván Helguera —había reemplazado a David Beckham— sobre Edu fue aprovechado por este para igualar a tres y mandar el choque a los penaltis, en los que decidió la parada de Doblas a Roberto Carlos.

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