L D (EFE) Los Steelers, con su sexto campeonato de por vida, evitaron que los Cardenales se apoderaran de lo que habría sido su primer título en 61 años de historia en la NFL.
Esta vez las tácticas de Roethlisberger superaron a las de Kurt Warner, de los Cardenales, que aunque desplegaron sus mejores jugadas tanto por tierra como por aire, se vieron imposibilitados de hacerse del triunfo. Pero si el equipo se acreditó una marca histórica, su defensa James Harrison, el mejor del año durante la temporada regular, consiguió otra, al regresar una interceptación 100 yardas, para conseguir el regreso para touchdown más largo en la historia de los Super Bowl.
Aun cuando a escasos 2:47 minutos para el final los Cardinals se pusieron con ventaja al anotar touchdown y dejando el marcador 23-20 a su favor, las genialidades de Roethsliberger en un avance de 70 yardas remontaron el marcador para darle a los Acereros su sexto título de campeones. En esos momento Arizona estaba logrando la mejor remontada en la historia de los Super Bowl, con 13 puntos de diferencia, pero Roethlisberger se encargó de quitarles el título prácticamente de las manos, como sucedió el año pasado con Eli Mannig y su equipo de los New York Giants y los New England Patriots. Roethlisberger, que se convirtió en el décimo mariscal de campo de la NFL en conseguir al menos dos títulos de SuperBowl, el primero lo logró en el 2006, hizo esta vez el papel de Manning y Holmes el de receptor profundo de los Gigantes, Plexico Burress.
El ataque del partido lo iniciaron los Steelers a través de su pateador Jeff Reed, con de campo de 18 yardas, después de que su equipo en sólo nueve jugadas y 5:5 minutos ganaron 71 yardas para poner el balón en posición de gol de campo. El implacable poder de los Steelers quedó en evidencia nuevamente en el segundo cuarto cuando Gary Russell corrió una yarda para poner el balón en la zona de anotación, y el marcador con 10-0 para el equipo de Pittsburgh. El corredor Ben Patrick con avance de una yarda consiguió la anotación para los Cardinals que les puso 10-7 en el marcador en la mitad del segundo cuarto.
Pero faltaba la jugada histórica de Harrison, mejor conocido como "el rompe huesos de los mariscales de campo", que se afianzó nuevamente como símbolo del poder de la "Cortina de Acero", y además impuso una marca de los Super Bowl. Harrison, que en cinco ocasiones fue puesto fuera del equipo y que ante sus constantes despidos quiso trabajar como conductor de autobuses, logró una anotación clave en momentos en que finalizaba el segundo cuarto. El defensivo logró una interceptación en los últimos segundos del segundo cuarto que podía haber sido anotación para los Cardenales, y regresó el balón 100 yardas con el touchdown histórico en el retorno más largo en la historia del Super Bowl. Con su regreso, Harrison superó la marca previa que había impuesto el receptor de las Carolina Panters, Muhsin Muhammad, que logró 85 yardas en el Super Bowl XXXVIII.
En el tercer cuarto Reed anotó otro gol de campo, esta vez de 21 yardas para poner el marcador 20-7. Cuando restaban 42 segundos para el final, Holmes recibió pase de seis yardas de Roethlisberger, para anotar el touchdown que marcó la diferencia, y que le dio el título nueva dinastía a los Steelers. Roethlisberger completó 21 de 30 pases para 256 yardas, con un envío de anotación y una interceptación.
Los Cardinals, empezaron a responder en el segundo cuarto, cuando su mariscal, Kurt Warner, construyó nueve jugadas para 83 yardas, que le permitieron hacer un envío de una yarda a Patrick, para "touchdown". Warner hizo conexión con su receptor Larry Fitzgerald, con pase de una yarda para otra anotación, cuando restaban 7:41 minutos del último cuarto. Mientras que en ese último periodo, una penalidad en contra de Justin Hartwig, le dio a los Cardinals dos puntos. Cuando restaban 2:47 minutos para el final, Warner volvió a encontrar a Fitzgerald con envío de 64 yardas para hacerse por primera vez en el partido de la ventaja de 23-20.
Warner hizo buenos 31 de 43 envíos para 377 yardas con tres pases de touchdown y una interceptación, que tal vez fue por donde comenzó a escapársele lo que hubiera sido el primer titulo de Super Bowl para los Cardinals y el segundo para el propio mariscal, que a sus 37 años disputó la tercera gran final del fútbol americano, después de hacerlo dos veces con los Saint Louis Rams.