L D (EFE) Después de haber sumado sólo cuatro puntos en sus tres compromisos anteriores, el triunfo en Zamora era vital para el equipo de Juan Santisteban. Los jóvenes jugadores españoles no fallaron y doblegaron a los armenios, con una actuación que no pasó de discreta en la primera parte y que fue convincente en la segunda. Ante un rival muy inferior técnicamente pero que derrochó coraje, la selección española sentenció el partido antes del descanso gracias a dos penaltis transformados por Mikel Arteta (m.24) y Javier García Portillo (m.45).
El juego del equipo español, sin embargo, no fue brillante en el primer tiempo. Los hombres de Santisteban fueron los dueños del balón, pero a menudo se perdieron en una sucesión de pases sin sentido que no les llevó a ninguna parte. Se olvidaron de entrar por las bandas y eso facilitó las cosas a los impetuosos jugadores armenios. La selección nacional mejoró notablemente en la segunda mitad. Con Mikel Arteta como director de orquesta, Jose Antonio Reyes muy inspirado y Cañoncito Portillo, como casi siempre, convertido en un peligro constante para la zaga rival, el equipo de Santisteban ofreció un buen espectáculo a los aficionados zamoranos. Portillo firmó el 3-0, de cabeza, en el minuto 58, tras un excelente centro de Arriaga desde la derecha y el 4-0 lo marcó, en propia meta Petrosyan, también de cabeza, después de un disparo de Corona.
Bete Apoula, el guardameta armenio, se quedó de piedra al ver el remate de su compañero. Pero más sorprendido le dejó Aleksanyan en el minuto 86. El zaguero armenio también marcó en su portería, y lo hizo con un espectacular remate de cabeza en plancha tras un centro de Jorge. La selección española rubrica así un contundente triunfo. Dos goles fueron de penalti, y otros dos en propia meta, pero la superioridad de los hombres de Santisteban fue clara. La diferencia de calidad entre un equipo y otro es tan grande que no podía ser de otra forma.
El juego del equipo español, sin embargo, no fue brillante en el primer tiempo. Los hombres de Santisteban fueron los dueños del balón, pero a menudo se perdieron en una sucesión de pases sin sentido que no les llevó a ninguna parte. Se olvidaron de entrar por las bandas y eso facilitó las cosas a los impetuosos jugadores armenios. La selección nacional mejoró notablemente en la segunda mitad. Con Mikel Arteta como director de orquesta, Jose Antonio Reyes muy inspirado y Cañoncito Portillo, como casi siempre, convertido en un peligro constante para la zaga rival, el equipo de Santisteban ofreció un buen espectáculo a los aficionados zamoranos. Portillo firmó el 3-0, de cabeza, en el minuto 58, tras un excelente centro de Arriaga desde la derecha y el 4-0 lo marcó, en propia meta Petrosyan, también de cabeza, después de un disparo de Corona.
Bete Apoula, el guardameta armenio, se quedó de piedra al ver el remate de su compañero. Pero más sorprendido le dejó Aleksanyan en el minuto 86. El zaguero armenio también marcó en su portería, y lo hizo con un espectacular remate de cabeza en plancha tras un centro de Jorge. La selección española rubrica así un contundente triunfo. Dos goles fueron de penalti, y otros dos en propia meta, pero la superioridad de los hombres de Santisteban fue clara. La diferencia de calidad entre un equipo y otro es tan grande que no podía ser de otra forma.