La cuarta posición en Cheste ha sido suficiente para que Marc Máquez se haya proclamado campeón mundial de 125 c.c., la única cilindrada que faltaba por resolverse tras los triunfos de Jorge Lorenzo y Toni Elías en MotoGP y Moto2, respectivamente. El ilerdense, a sus 17 años, es el segundo piloto de la historia del motociclismo más joven en conseguir el título de octavo de litro, sólo superado por el italiano Loris Capirossi.
Márquez no ha querido tentar a la suerte y ha preferido no entrar en la lucha por el podio, entre Espargaró y Nico Terol, y asegurar el título. A pesar de ello, el ya campeón del mundo marcó de cerca a sus adversarios desde la primera curva del circuito Ricardo Tormo de Cheste y la última prueba del año se convirtió en un gran premio racional donde la necesidad de no cometer ningún error evitó que los pilotos tomaran riesgo alguno. Prácticamente nada cambió en carrera desde que se apagó el semáforo en rojo hasta que los pilotos vieron la bandera a cuadros.
Sólo una tímida batalla entre Espargaró y Terol en la última vuelta animó una carrera con el único aliciente de ver a Márquez proclamarse campeón del mundo. El compañero de Terol, Bradley Smith, lideró la prueba desde el principio sin que ninguno de los españoles se acercara, aunque si Márquez no hubiera tenido que asegurar su posición para no perder el título, el piloto de Derbi podría haber plantado cara al inglés ya que se le veía con mejor ritmo que sus adversarios en pista.
Lo cierto es que la última prueba del Mundial ha hecho un hueco en lo más alto del cajón a un piloto no español, algo poco habitual en un año donde los españoles han copado casi siempre los tres peldaños del cajón, repitiendo triplete tras triplete en cada gran premio. Sin duda, un año perfecto para los intereses españoles que demuestra la calidad de la cantera del motociclismo español. Sólo los número de Márquez son estratosféricos, con nueve victorias y más de un decenas de poles. Con tan sólo diecisiete años, le convierten en la máxima promesa española de este deporte.
Pocos eran los que apostaban por este joven piloto cuando la mala fortuna le llevó al suelo en el circuito de Jerez y tuvo que ausentarse de las pistas de velocidad durante una prueba. Sería injusto no poner en valor el trabajo hecho por el subcampeón del mundo, Nico Terol, que ha sido tercero en Valencia. El pupilo de Jorge Martínez Aspar ha sido el piloto más maduro de la parrilla y quizás le haya faltado un poco de suerte y algo de descaro encima de la Aprilia. Lo mismo le ha ocurrido a Pol Espargaró, segundo en la última prueba del Mundial celebrada en Cheste: quizás demasiadas dudas o demasiados fallos alejaron pronto al de Granollers de la lucha por el título.
A pesar de todo, a la gloria de Márquez se debe unir el buen trabajo de Terol y Espargaró, segundo y tercero en el Mundial, respectivamente. Tanto Márquez como el pequeño de los Espargaró correrán el próximo año en la categoría intermedia de Moto2 con el único objetivo de heredar el título conseguido este año por Toni Elías.
Sólo nos queda darle la enhorabuena a Márquez y desear que nos siga ofreciendo el espectáculo de su pilotaje allá donde corra.