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Se lleva el triunfo al esprint

Cancellara consigue al esprint su tercera París-Roubaix

El ciclista suizo ha cumplido con los pronósticos que le apuntaban como claro favorito en la clásica gala.

El ciclista suizo ha cumplido con los pronósticos que le apuntaban como claro favorito en la clásica gala.
Cancellara, seguido de Eisel, durante la 111 Paris Roubaix. | EFE

El suizo Fabian Cancellara ha batido al esprint a su compañero de fuga, el belga Sep Vanmarcke, para coronarse por tercera vez ganador de la París-Roubaix, tercer "monumento" de la temporada ciclista, que cumplía hoy su 111 edición.

El suizo, campeón olímpico y cuatro veces mundial de contrarreloj, hizo buenos todos los pronósticos aunque por una vía imprevista, la del esprint, y se presentó victorioso en la meta con un tiempo de 5h46:13. De este modo, iguala en el historial a Eddy Merckx, Francesco Moser y Johan Museeuw, y se queda a sólo un triunfo de Tom Boonen, con cuatro triunfos.

Hace 55 años, un corredor español estuvo más cerca que nunca de ganar este carrera: Miguel Poblet. El catalán, fallecido este sábado, terminó segundo a pocas centésimas del francés Luousin Bobet.

Nunca como hoy un solo corredor había acaparado el cartel de favorito en el infierno del norte. La superioridad demostrada por Cancellara el domingo anterior en el Tour de Flandes, y las ausencias de Tom Boonen, con una costilla rota, y del eslovaco Peter Sagan, que se reserva para la Amstel Gold Race, convertían la prueba en todos contra el suizo.

El suizo, perro viejo

A 130 km. de meta escaparon a la vigilancia del grupo Steegmans, O'Grady, Hayman y Kortesky. El Quick Step de Cancellara y el Saxo Bank, que confiaba en Breschel, tomaron las riendas del pelotón, que acabó rápidamente con la fuga. El australiano Mathew Hayman (Sky), el belga Gert Steegmans (Quick Step) y el suizo Michael Shär (BMC) protagonizaron la siguiente fuga, a 60 km. del final pero su ventaja, ya en una fase delicada de la carrera, murió poco después.

Las hostilidades se desataron abiertamente en el decimoctavo tramo de pavés, el cinco estrellas Mons-en-Pévèle, de 3.000 metros, a 47 km. de meta, donde Juan Antonio Flecha se puso al frente para evitar la polvareda.

Cancellara no perdió los nervios ante los cortes fugaces que se producían en cabeza. A 32 km. tiró para enlazar con el grupo de ocho cabeza de carrera, pero los belgas Vandenbergh y Vanmarcke atacaron, a su vez, para no dar respiro al gran favorito, que se había quedado sin equipo.

A 23 km del final, el suizo volvió a cambiar. Salió en busca de los dos fugados, que marchaban 26 segundos por delante, y en apenas cuatro kilómetros les dio caza, con el checo Zdenek Stybar pegado a su rueda. Quedaban cinco tramos de adoquinado.

Vandenbergh se fue al suelo al chocar con un aficionado en el Carrefour l'Arbre, poco después estuvo a punto de ocurrirle lo mismo a Stybar, de modo que Cancellara se quedó solo con Sep Vanmarcke (Blanco), una situación ideal. El belga, consciente de que un segundo puesto también era bueno en la gran clásica del pavés, dio relevos al suizo, y así se llegó al esprint. Cancellara tomó la rueda de Vanmarcke y en la última curva le batió sin remisión.

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