Por primera vez en la historia de la Solheim Cup, el equipo europeo ha logrado imponerse al americano en suelo enemigo. Han tenido que pasar trece ediciones para cosechar el primer y único triunfo hasta el momento en territorio americano, alcanzando la quinta victoria europea.
Los individuales tenían que dictar sentencia y, aunque la ventaja adquirida por el equipo europeo al finalizar la segunda jornada era significativa, todo podía suceder. Y si no recordemos la remontada histórica europea en la última edición de la Ryder Cup. No obstante, el factor psicológico iba a jugar un papel esencial.
La dosis de moral adquirida tras el enorme triunfo de la segunda jornada era muy significativa, pero también es cierto que las americanas habitualmente son superiores en el plano individual. En esta ocasión, la historia se iba a aliar con las europeas cosechando una victoria histórica por 18 puntos a 10 sobre las estadounidenses, en lo que supone una auténtica exhibición de las nuestras.
Los emparejamientos denotaban un claro nerviosismo de las americanas, mientras la capitana europea barajaba sus cartas fiando una gran parte del éxito a las debutantes, que no defraudaron. La inglesa y jovencísima Hull se imponía con claridad meridiana a la veterana Paula Craemer por 5 hoyos de diferencia. Al finalizar su partido, al norteamericana le pidió que le firmara la bola, en un claro ejemplo de humildad.
Nuestra Carlota Ciganda también se imponía a Pressel, por 4 arriba; la inglesa, y también debutante, Jodi Ewart vencía claramente a Lincicome por 3 hoyos de diferencia y la pamplonica Beatriz Recari, otra rookie, lograba sumar su punto ante la veterana Stanford. A todo esto, y dentro de la paliza monumental europea, Hedwall se imponía a Michelle Wie, a la que de nada le valieron sus aspavientos, muy mediatizados el ultimo día.
Los empates cosechados por Matthew, Pettersen, Sergas e Icher no hacían más que refrendar la supremacía europea en esta edición de la Solheim Cup. Solo nos faltó que la malagueña, que por cierto ha vuelto a repetir una actuación impresionante, se impusiera a Lang, pero no pudo ser. Alemania nos espera dentro de dos años, para una nueva edición de este gran evento, que pudo haber tenido sede en suelo español, pero la inoperancia y el protagonismo de nuestros políticos lo ha impedido. Bienvenida Solheim Cup a suelo europeo, otra nueva hazaña nos espera.