El 5 de abril de 1927 constituye una de las fechas más importantes de la historia del deporte. Aquel día un joven estadounidense, llamado Johnny Weissmüller, batió en solo unas horas tres récords mundiales de natación. Sin embargo, a pesar de sus 67 récords mundiales y cinco medallas de oro olímpicas, Weissmüller saltó a la fama mundial por sus doce interpretaciones del popular personaje de Edgar Rice Borroughs, Tarzán.
Un hombre-récord a los 18 años
Weissmüller nació en 1904 en el Imperio Austrohúngaro, pero pronto su familia emigró a Estados Unidos donde se estableció en Chicago. En su infancia, Johnny enfermaba con frecuencia de anemias y gripe, por lo cual no era muy aficionado a practicar ningún ejercicio físico.
No obstante, su vida cambió para siempre cuando aprendió a nadar en el lago Michigan. Bajo la dirección del famoso entrenador William Bachrach, el joven adolescente, de 15 años, se convirtió en un nadador imbatible. Empezó a competir a los 16 años de edad y para poder representar a EEUU en las distintas competiciones, tuvo que falsificar sus documentos. Solo dos años más tarde, Weissmüller ya ostentaba 11 de los 38 récords de Estados Unidos.
Aquel mismo año, en 1922, el nadador estadounidense, de 18 años, batió los récords mundiales de 100 y 300 metros estilo libre, convirtiéndose, además, en el primer hombre en bajar del minuto en la disciplina de los 100 metros.
Su superioridad en estas modalidades fue tan patente, que él mismo decidió competir también en el estilo espalda. "Me aburrí mucho con los 100 metros estilo libre, por lo cual decidí participar en el estilo espalda, donde tengo más tiempo para mirar al público" señaló entonces el nadador estadounidense.
Su rivalidad con el legendario Kahanamoku
Sin duda alguna, Johnny Weissmüller y el duque Kahanamoku fueron los protagonistas de una de las mayores rivalidades deportivas de los años 20. El hawaiano, que fue doble campeón olímpico en la disciplina de 100 metros libres, rechazó en varias ocasiones enfrentarse a Weissmüller en carreras de exhibición hasta que ambos nadadores se citaron en la final de los 100 metros libres en los Juegos Olímpicos de París de 1924.
En la lucha por el oro olímpico, Weissmüller tuvo que competir también con el hermano del duque, Sam Kahanamoku. A pesar de sus esfuerzos, los hermanos Kahanamoku no pudieron hacer nada contra Weissmüller, que ganó la medalla de oro batiendo su propio récord mundial.
Leyenda del olimpismo
En París, el joven estadounidense también se proclamó campeón olímpico en 4x200 metros relevos y en los 400 metros libres, batiendo los récords mundiales. Curiosamente, Weissmüller también participó en el equipo olímpico de EEUU de waterpolo, que tuvo que conformarse con la medalla de bronce. "Los yugoslavos son invencibles" dijo tras las semifinales un decepcionado Weissmüller, que acababa de encajar la única derrota de su carrera deportiva.
En los años siguientes, el extraordinario nadador siguió batiendo récords hasta que el 5 de abril de 1927, en los Campeonatos de EEUU de Invierno, logró una de las grandes hazañas de la historia del deporte al batir tres récords mundiales: en 100, 200 y 240 metros estilo libre. En los JJOO de Amsterdam de 1928, Weissmüller agrandó aun más su leyenda al ganar el oro olímpico en 100 metros libres y en 4x200 metros relevos.
Weissmüller se retiró invicto a los 26 años de edad, y con un palmarés que le situó entre los mejores deportistas de la historia: 5 medallas olímpicas de oro y 67 récords mundiales.
Una vida de película
El nadador estadounidense saltó a la fama mundial tras ser contratado en 1932 por el director de Metro Goldwyn Mayer para interpretar el papel de Tarzán. Entre 1932 y 1948 protagonizó doce películas de Tarzán gracias a las cuales se hizo muy rico. Weissmüller también batió récords en su vida personal al casarse seis veces. Sin embargo, a finales de los años 70 el exnadador lo perdería todo. Sus amigos afirman que sus últimos años de vida estuvieron marcados por la esquizofrenia y la debilidad física.