Rozaron la gloria en Londres, en los Juegos Olímpicos, allí donde todos te ven, te siguen, saben de tus andanzas. A nadie le pasas desapercibido si haces un buen papel en la cita olímpica. En ese jueves traicionero, 9 de agosto de 2012, Montenegro apartó a la selección femenina española de balonmano de la final. Fue un mazazo, por un mísero gol, como habían caído los chicos de Valero Rivera, en cuartos, el día anterior ante Francia. Las chicas de Jorge Dueñas se quedaban sin sueño de final, pero consiguieron el bronce tras dos prórrogas ante Corea del Sur, en un partido recordado por las paradas en los tiempos suplementarios de la portera de origen rumano Mijaela Ciobianu. Medalla olímpica y éxito sin precedentes.
Antes ya se había forjado el sueño, se había empezado a labrar en el mes de diciembre de 2011 cuando en Brasil, en el Mundial, las chicas llegaban a las semifinales tras un partido épico ante las anfitrionas en cuartos. Noruega apartó de la final en esa ocasión a unas chicas que acudían al Mundial sin apenas opciones de pasar la primera fase. Consiguieron la primera medalla (ante Dinamarca) de la historia del balonmano femenino. Por algo se empezaba.
Todo con la misma base. Macarena Aguilar, Marta Mangué, Silvia Navarro, Eli Pinedo, Jessica Alonso, Begoña Fernández, Vero Cuadrado. Esa base que le ha dado a España dos medallas pero la misma que no dio la talla en los campeonatos recientes. La presión por los éxitos conseguidos hicieron que la selección no estuviera a la altura deseada en los dos últimos campeonatos.
Eso es lo que sucede cuando has exigido lo máximo a un grupo, que luego te llevas chascos que no corresponden a la realidad. En Serbia, en diciembre de 2012, en el Europeo, España fue octava, gran participación, pero lejos de las medallas de los últimos años. En el país balcánico en el Mundial del año pasado, la selección cayó ante Hungría en octavos de final, también lejos de aquellos días gloriosos.
Opciones de medalla
Para el evento de Croacia y Hungría (debut ante Polonia triunfal, el domingo) la selección se encuentra inmersa en una primera fase de aúpa, en la que, si todo sale bien, accederá a la fase de grupos previa a semifinales. Este martes se mide a Rusia y el jueves a Hungría. Jorge Dueñas no hizo mucha revolución en esta lista. Ainhoa Fernández y María Núñez han llegado nuevas pero la base es la misma.
Quiere la selección reverdecer laureles y la medalla es posible, aunque en Croacia y Hungría las favoritas son las anfitrionas. Primer objetivo, el Mundial del año que viene que será, al mismo tiempo, clasificatorio para los Juegos de Rio.
Decía el otro día Eli Pinedo "estamos aquí para llegar lejos, no nos podemos acordar de los últimos campeonatos. Debemos parecernos a la España de los Juegos, ese ambiente fue tremendo y nos unió como grupo! Y tiene razón la pivote, una de las mejores jugadoras nacionales.
El seleccionador Jorge Dueñas no cambió a pesar del relevo de presidente en la Federación. La llegada de Francisco Blázquez a dirigir las riendas federativas llevaron a Valero Rivera a emigrar como seleccionador nacional masculino, destino Qatar, donde se hará cargo del equipo local en el Mundial de enero. Pero Dueñas siguió como responsable del balonmano femenino. Gran acierto.
Son estas chicas otro exponente de que el deporte femenino en grupo está en alza. Las chicas del baloncesto marcaron el camino. Llegó luego el waterpolo, el fútbol. Estamos de enhorabuena.