Es una de las imágenes más habituales en la París-Roubaix. Junto al adoquinado, el polvo y la cantidad de gente en las cunetas viendo la llegada de los ciclistas, están los pasos a nivel. Más de una vez se ha visto como un grupo ha tenido que parar ante una barrera bajada por la llegada del tren.
Pero esa vez ha sido distinto, ya que estas barreras han comenzado a bajar justo al llegar el pelotón. Algunos, los que comandaban el grupo, han podido cruzar las vías sin problemas. Pero los que les seguían se han encontrado con esas barreras bajando, lo que ha provocado que éstas golpearan a los ciclistas en su descenso. O, como se ve en la imagen, que alguno se estrelle contra una barrera ya bajada. Incluso los comisarios de la carrera han tratado de detener a algunos ciclistas mientras otros burlaban el dictamen y cruzaban. Unos temerarios, sin duda.