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¿Qué fue de Felix Baumgartner, el deportista que saltó al vacío desde la estratosfera?

Su salto desde 39 kilómetros de altura rompiendo la barrera del sonido cambió su vida.

Vestido con un traje espacial, Felix Baumgartner se convirtió el 14 de octubre de 2012 en el primer hombre en romper la barrera del sonido. Su salto desde la estratosfera se describió como "el aterrizaje en la luna de la generación joven". Su salto fue seguido por millones de personas en todo el mundo.

El deportista de 44 años anunció poco después de su hazaña el final de su carrera y volvió a la palestra mediática por sus polémicas declaraciones y por ser condenado por un delito de lesiones.

"En una democracia no te puedes mover. Necesitaríamos una dictadura moderada donde haya un par de personas del sector privado que lo conozcan todo bien", dijo en su primera visita a su ciudad, Salzburgo, desde que batiera el récord.

La visión política de Baumgartner le trajo numerosas críticas y desprecio. Tampoco le reportó mucha simpatía que dijera que se mudó a Suiza sólo por un tema de dinero.

Después de saltar desde la estratosfera, volar a través del Canal de la Mancha y poner en peligro su vida en varias ocasiones, Felix Baumgartner quiere ahora una vida tranquila, si por tranquilo se puede entender pilotar helicópteros.

Antes del salto estratosférico que lo hizo famoso a nivel mundial, este antiguo instructor de paracaidismo en los comandos de élite del ejército austriaco ya se había lanzado al vacío desde el edificio más alto del planeta, de 509 metros, desde la estatua de Cristo en Río de Janeiro y desde la Torre Mayor de la Ciudad de México.

Pero antes de empezar una nueva etapa, Baumgartner quiere un poco de calma. Vive la vida acudiendo a eventos en el que él es el protagonista y da rienda suelta a sus grandes pasiones y sueños de niñez: competiciones de motor - participó en las 24 Horas de Nürburgring que se celebraron el año pasado en las montañas Eifel en Alemania-, o exhibiciones de pilotaje y vuelo de helicópteros. El último, el Red Bull Heli Drifting, donde se pudo ver al austriaco realizando acrobacias sincronizadas con dos bestias motorizadas.

Con Felix a los mandos de un helicóptero Bolkov BO105, se unió al piloto polaco de drifting Jakub Przygoński y su Toyota GT 86 1000HP. El quid de la cuestión era ver lo cerca que el helicóptero podía trazar sus movimientos respecto a los del coche.

Exprimiendo al máximo su fama y con dinero de sobra para varias vidas, el austriaco no para de darse satisfacciones.

Un Baumgartner que vio cómo en octubre del año pasado su récord era superado. Alan Eustace, uno de los vicepresidentes más conocidos de Google, batió el récord de Baumgartner de salto a mayor altura y más tiempo de caída libre. Discreto, sin anuncios previos, Eustace había rechazado patrocinios astronómicos como el de su propia compañía para poder afrontar el reto con calma, sin los focos de los medios, de una manera extremadamente opuesta al tremendo ruido mediático que provocó el salto del daredevil austriaco dos años antes bajo la perfecta máquina publicitaria de Red Bull.

Eustace alcanzó los 41.419 metros, récord de altura, y su caída libre fue de 40.233 metros, espacio que recorrió en 15 minutos, también registro histórico. Como Baumgartner, el reconocido ingeniero rompió la velocidad del sonido – "se escuchó un pequeño boom desde el suelo" alcanzando los 1.322 kilómetros por hora. El lugar elegido fue una zona abandonada del aeropuerto de Roswell, esa localidad en Nuevo Mexico conocida por sus incidentes con OVNIS y el área 51. Eustace se ató a un gigantesco globo relleno con casi 1 millón de litros de helio y ascendió por unas dos horas abrazado a un módulo hasta alcanzar la estratosfera. Luego se dejó caer al vacío.

¿Picará a Baumgartner en su orgullo aventurero el perder el récord? ¿Volveremos a verle en acción con un nuevo reto?

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