La selección española de balonmano, que no faltaba a unos Juegos Olímpicos desde 1976 en Montreal, no pudo superar la última prueba clasificatoria y tendrá que esperar cuatro años para tener una nueva oportunidad.
Las claves de la ausencia en Río de Janeiro no pasan por el partido ante Suecia, donde España volvió a mostrar su potencial ofensivo y defensivo, pese a la dureza con la que jugaron los suecos, sino por la derrota ante Eslovenia (21-24), donde jugadores y entrenador demostraron no estar a la altura.
¿Qué le ha ocurrido a España en el Preolímpico?
El primer partido del Preolímpico exhibió la peor cara de esta selección española, que a pesar de irse al descanso con un ventaja de cuatro goles en el marcador (16-12), hizo una segunda parte nefasta, en la que únicamente consiguió anotar cinco goles. La desesperación de ver cómo el partido se les escapaba de las manos terminó por reflejarse en el terreno de juego, donde las ideas por parte del seleccionador nacional y de los propios jugadores, tanto en ataque como en defensa, brillaron por su ausencia, hasta el punto de que los eslovenos consiguieron darle la vuelta al marcador en apenas diez minutos.
Los técnicos que arbitraron el último partido ante la anfitriona Suecia, tampoco favorecieron en ningún momento a los hispanos, dejándose influir en varias situaciones por el clamor popular a la hora de señalar faltas técnicas y sanciones de siete metros. Este hecho se acentuó en los últimos minutos del encuentro, donde una jugada efectuada por el conjunto nacional en el penúltimo ataque, fue penalizada y segundos después no se señaló una infracción idéntica por parte de los nórdicos.
La ausencia del portero titular de Manolo Cadenas, Arpad Sterbik, ha sumado una gota más a un vaso repleto de errores y mala suerte con los que ha tenido que lidiar España. Pese al buen partido realizado en los últimos minutos del encuentro ante la Suecia de Gonzalo Pérez de Vargas, la experiencia que acumula Sterbik, considerado actualmente uno de los mejores porteros del mundo, se ha notado bastante a la hora de imponer autoridad ante los equipos rivales.
El surrealismo del balonmano
A pesar de no haber demostrado que merecía el pase en el Preolímpico, el conjunto nacional ha manifestado su malestar en cuanto a la forma de clasificación impuesta para los Juegos Olímpicos, en la que no se premia la trayectoria de las olimpiadas en la que España no ha faltado a su cita con las semifinales en ninguna gran competición internacional.
"No queremos eludir ninguna responsabilidad, no hemos estado a la altura en este Preolímpico y estamos fuera; otra cosa es que no sabemos qué hace jugando este Preolímpico un equipo que en este ciclo olímpico ha sido primero, segundo, tercero y cuarto en las cuatro grandes competiciones que se han disputado", declaró Aginagalde, haciendo referencia a los dos últimos Mundiales y Europeos, quien también mostró su indignación por la manera en la que se han elegido las sedes.
"Que tengamos que jugar un Preolímpico me parece vergonzoso, pero que no se juegue en casa por motivos puramente económicos... porque no se esconden, han salido incluso las cifras, la organización del Preolímpico se ha vendido al mejor postor, aunque esto es balonmano y sabemos cómo funciona", añadió el pivote, mostrando su enfado, ya que de no haber sido por cuestiones de dinero, esta clasificación se habría jugado en España.
Un cúmulo de circunstancias han impedido a la subcampeona de Europa acudir a la cita olímpica. Francisco Blázquez, declaró que ha sido una pena, aunque afirma sentirse "orgulloso". El presidente de la Federación Española de Balonmano concluyó diciendo que "ahora toca levantarse y volver con más fuerza".