Ingrid de Oliveira, saltadora de trampolín brasileña, tuvo que ser expulsada de la Villa Olímpica por el Comité Olímpico al haber violado las normas internas de las instalaciones al mantener una "maratoniana noche de sexo" con el remero, también brasileño, Pedro Gonçalves.
Pero Ingrid no se ha tenido que enfrentar sólo a la expulsión de la Villa, sino que su compañera de salto, Giovanna Pedrosa, se niega a competir con ella debido a que ésta fue quien se llevó la peor parte al ser expulsada de su habitación "a golpes" por Oliveira.
Pedrosa y De Oliveira habían ganado una medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto del año pasado, pero desde entonces su relación fue a peor y llegaron a Río sin apenas dirigirse la palabra. Ya no volverán a competir juntas.
Giovanna informó al Comité Olímpico de Brasil del suceso, que tras ver que la pareja de saltadoras quedó en el último puesto de la clasificación decidió expulsar a Ingrid de Oliveira por falta grave.
Récord de condones en Río
El COI ha distribuido en estos Juegos Olímpicos 450.000 condones para promocionar el sexo seguro en la Villa Olímpica. Una cantidad que sale a 42 condones por deportista, lo que supone el triple de los que se repartieron en Londres.