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Khabib Nurmagomedov, el luchador caucásico que se forjó peleando contra osos

Khabib es de los pocos luchadores de la UFC que se mantiene invicto. El ruso siembra el pánico en sus rivales cada vez que se sube a la jaula. 

Khabib es de los pocos luchadores de la UFC que se mantiene invicto. El ruso siembra el pánico en sus rivales cada vez que se sube a la jaula. 

Khabib Nurmagomedov. Así se llama uno de los grandes protagonistas de la UFC. Nacido para pelear, su padre le hizo luchar contra un oso cuando solo tenía 9 años.

Khabib, que ahora tiene 28 años, nació en el pueblo de Slide (hoy República de Daguestán), en una familia descendiente de la etnia avar.

Prácticamente desde la cuna, Nurmagomedov mostró sus habilidades para el arte de la lucha. Y es que, según cuenta su propio padre, Khabib aprendió a andar en una estera de lucha libre. Literalmente. Abdulmanap, un entrenador con coraza de aluminio forjada durante sus servicios militares a la URSS, utilizaba la planta baja de su casa como improvisado gimnasio para entrenar a un puñado de jóvenes del pueblo a los que intuía potencial para unirse al equipo nacional de lucha libre. Aunque la principal razón iba mucho más allá de lo deportivo.

Daguestán es una de las repúblicas más conflictivas de Rusia durante las últimas décadas. No en vano, es la que registra mayor cantidad de delitos de terrorismo. Los datos hablan de 966 casos de incidentes relacionados con el terrorismo solo en 2016. Abdulmanap reutilizaba la lucha con un doble objetivo. Darles una válvula de escape para huir del terrorismo y el fundamentalismo radical y a la vez, adoctrinar a sus alumnos los valores de la confianza, la disciplina y endurecerlos ante las experiencias potencialmente traumáticas que azotan con frecuencia el Cáucaso Norte. Y es que para Abdulmanap "La guerra siempre es un tema de preocupación si vives en el Cáucaso. Por eso creo que cada hombre tiene que estar listo para la guerra ... incluso en tiempos de paz".

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Khabib, junto a algunos de sus amigos de juventud

Durante los duros entrenamientos que el 'Sargento de Hierro' Abdulmanap sometía a sus pupilos, Khabib gateaba por las esteras y es ahí, donde dio su primer paso. Como si de un guiño del destino se tratara.

Para alejarle del fango -muchos de sus amigos de infancia están metidos en asuntos turbios- y aprovechando el don con el que nació, su padre, maestro de judo y boxeo, comenzó a introducirle en el mundo de la lucha. Como carta de presentación, el día en el que Khabib cumplió 9 años, le hizo un regalo muy especial.

Abdulmanap hizo que Khabib saliera de su casa. En la calle le esperaba una sorpresa. Un cachorro de oso encadenado, que era más grande y más pesado que el enclenque niño tembloroso vestido con chándal rojo, azul y blanco. El padre enciende una cámara, echa una mirada penetrante a su hijo y le ordena que luche con el animal. Adoctrinado en la cultura de Daguestán -la disciplina por encima de todo- incluso a su corta edad, el niño sabía que no debía cuestionar los deseos de su padre.

Khabib, sin pestañear, se lanzó hacia delante de la pata del oso. Con solo nueve años, muerto de miedo, no dio un paso atrás. Mostró una fortaleza mental inaudita. Ese día, comenzó a forjar su leyenda.

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A partir de ese insólito momento, Khabib haría del gimnasio su guarida. Se entrenaba dos veces al día como si de un régimen militar se tratara. Su padre, implacable, estaba construyendo una auténtica máquina de pelear.

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Khabib comenzó a competir en el judo -es cinturón negro- y se convirtió en leyenda en el Sambo. El Sambo se puede definir como una "defensa propia sin arma". Arte marcial que fue creado para la defensa personal del ejército soviético, intentando desarrollar el mejor sistema de combate humano. A partir de 1938 es considerado deporte nacional ruso. El sambo utiliza en combinación: principalmente a los derribes y lances de judo, las sumisiones principales de Jiu jitsu, diversos estilos de lucha -grecorromana, libre y variantes locales mas las contras de Aikido y boxeo, karate, kung fu y actualmente Muay Thai para el golpeo-. Un arte marcial completísimo que engloba multitud de registros, sirvió como base a Nurmagomedov.

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Tras proclamarse doble campeón del mundo de Sambo, Khabib pasó al siguiente nivel. En 2008 se inició en el mundo de la lucha total, las artes marciales mixtas, donde tampoco encontró oponente que le tumbara. Sus rivales, caían como moscas. En menos de un mes, derrotó a cinco. Una auténtica máquina de triturar. Tras 16 victorias y sin conocer el aroma de la derrota, la UFC llama a sus puertas en 2012.

El salto a la mejor liga de artes marciales mixtas del mundo no intimida a Khabib. En la UFC también cuenta sus peleas por victoria. Invicto, su nombre causa verdaderos escalofríos en los rivales. Apodado 'El Águila' por su ferocidad en las acometidas, es temido por su capacidad de derribar a su oponente y someterlo metódica e implacablemente.

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Es rápido, ágil, calculador y de mirada fría y penetrante. Con una compostura perfecta y una técnica de suelo exquisita, cuenta con una increíble carrera de 24 victorias consecutivas en las artes marciales mixtas.

Perseguido por el Estado Islámico

La figura de Khabib va mucho más allá de lo puramente deportivo. Es un ejemplo y un modelo de superación para la juventud del Caucásico Norte. Allí, es considerado un auténtico héroe. No obstante, su camino para llegar al estrellato fue tremendamente espinoso. No solo tiene que luchar contra sus rivales, también con el racismo étnico que se extiende por territorio ruso y contra el mismísimo Estado Islámico.

Khabib es un musulmán practicante que habla abiertamente sobre su religiosidad, su devoción a Dios, y que antepone su espiritualidad por encima de cualquier cosa, incluso de la lucha. Pero la radicalización no entiende de colores. Las voces más críticas creen que los musulmanes no tienen derecho a luchar encima del tapiz. El Estado Islámico llegó a publicar en 2015 un vídeo con clips de Khabib en el que critica a los musulmanes como él que luchan por dinero y entretenimiento en lugar de dedicarse a defender el Islam en el campo de batalla. ¿El objetivo? Manchar su nombre y adoctrinar a los más jóvenes para que no se confundan de camino.

A pesar de las oscuras intenciones del Estado Islámico, la figura de Khabib, que muestra con orgullo su pasado, no para de agrandarse. Su apodo, 'El Águila', así como su sombrero papaja -compañero inseparable en cada combate-, rinden homenaje a siglos de herencia de las tierras altas. Estos aspectos de su personalidad no han hecho más que fortalecer su figura al norte del Cáucaso.

El talón de aquiles del 'Águila'

En teoría es difícil negar el hecho de que Khabib "Águila" Nurmagomédov es el luchador con más mérito para pelear por el cinturón de peso ligero del Ultimate Fighting Championship.

Sin embargo, la meteórica carrera de Khabib se ha visto frenada por las lesiones. Como si de una maldición se tratara, el ruso viene lastrado en los últimos tres años por los problemas físicos. Tras ganar a Rafael Dos Anjos en 2014 la estrella de Nurmagomedov se apagó.

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Dos lesiones importantes de rodilla y una fractura de costilla le dejaron K.O durante dos años. Lejos de arrojar la toalla, Khabib no hincó la rodilla, entrenó más fuerte que nunca y obtuvo su recompensa.

El 16 de abril de 2016 volvía con rabia a subirse a la jaula para noquear a Darrell Horcher. Khabib, ansioso por pelear contra Eddie Álvarez -el por entonces campeón del peso ligero-, se llevó un varapalo cuando, siendo el favorito para verse las caras contra Álvarez, la UFC anunció, por sorpresa, que Conor McGregor sería el rival de Eddie.

El ruso, indignado, cargó contra los altos cargos y tuvo que conformarse con pelear contra Johnson en noviembre del año pasado. Ganó en el tercer asalto por estrangulamiento. Tras las navidades, la UFC anunció una de las peleas del año. Khabib Nurmagomedov vs Toni Ferguson. El estadounidense, apodado 'El Cucuy', es uno de los luchadores más en forma del momento. Con 9 victorias consecutivas -no pierde desde 2012-, el invicto de Khabib y la llave para cumplir su gran sueño -verse las caras contra McGregor-, estaban en juego. La pelea más importante de su carrera se celebraría el sábado 4 de marzo.

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Khabib y Ferguson, cara a cara

Sin embargo, la maldición de Khabib, volvía a dejarle fuera de la jaula. Tras el pesaje, el ruso se sintió indispuesto -los luchadores llegan deshidratados a la báscula para poder llegar al peso designado- y tuvo que ser hospitalizado.

Por tercera vez -las dos anteriores , una por una lesión del estadounidense y la otra por una de Nurmagomedov-, su duelo contra el 'Cucuy' era cancelado. La gran aspiración de Khabib -el que ganara esa pelea tenía muchas opciones de luchar contra un McGregor que defiende cinturón de campeón- volvía a desvanecerse.

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McGregor vs Khabib, uno de los duelos más esperados

No importa las veces que se caiga, el depredador ruso volverá a levantarse. Siempre lo ha hecho. Su ansiada pelea contra McGregor, su gran sueño, algún día se cumplirá. El 'Águila' espera impaciente, al acecho, cazar a la presa más preciada.

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