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¿Quiénes son los máximos favoritos para ganar el Tour de Francia 2017?

Froome, Porte y Quintana parten como los grandes nombres a batir. Contador y Valverde, los españoles con mejores opciones a subir al podio de París.

Froome, Porte y Quintana parten como los grandes nombres a batir. Contador y Valverde, los españoles con mejores opciones a subir al podio de París.
Nario Quintana, Movistar Team | EFE

Este sábado arranca en Düsseldorf el Tour de Francia, la carrera de tres semanas en las que muchos españoles sacrifican su siesta. Ellos, por ver a los mejores ciclistas del mundo; éstos, por llegar de amarillo a París. Pero, como cada año, la ronda gala sólo puede elegir a uno. Y no todos, ha quedado demostrado, valen para tal hazaña.

Si hacemos una criba entre los principales favoritos, son pocos, pero de calidad, los nombres que se vienen a la cabeza. Por palmarés y equipo, en ese primer escalón debe estar el dorsal número 1 y vigente ganador, el británico Chris Froome. Lleva tres Tour, los dos últimos de manera consecutiva. Busca su cuarto y acercarse un poco más a ese olimpo de quíntuples ganadores. Sin embargo, su aproximación no ha sido igual que en años anteriores. A la ronda gala siempre llegaba con alguna victoria, en especial, la Dauphiné, trampolín para el Tour.

No llega, parece, en su mejor momento desde que saltó a la fama en aquella Vuelta a España en donde fue derrotado por Juanjo Cobo. Pero a su lado tendrá el mejor equipo posible. Con los españoles Mikel Nieve y Mikel Landa para dominar la montaña, más el colombiano Henao, Thomas o Kwiatkowski, junto a percherones para el llano y posibles abanicos como Kiryienka, Knees y Rowe.

Casi a la misma altura que Froome se sitúa, por primera vez, el australiano Richie Porte. Probablemente, de no ser por la moto subiendo el Mont Ventoux el año pasado (todos recordarán a Froome corriendo a pie), Porte habría hecho podio. Ahora sí, parece que este año es el del salto definitivo. Tanto, que incluso dentro del pelotón se apunta a que se saltará varios escalones y acabará de amarillo, el segundo de su país en hacerlo tras Evans. Tan bueno subiendo como en crono, el aussie parte casi como el gran favorito por su temporada hasta ahora. Ha ganado el Tour Down Under en su casa, el Tour de Romandía y fue segundo en la general de la Dauphiné, remontando en la última etapa. Sin embargo, Porte siempre muestra un día de debilidad y no parece que dejar fuera a Van Garderen y Dennis del bloque del Tour haya sido la mejor opción.

Quintana y Bardet, segunda línea

Un escalón por debajo de estos dos aparecen otros dos corredores: Nairo Quintana y el francés Romain Bardet. El colombiano debería estar a la par que los dos mencionados, ya que se le presupone ser el mejor escalador. Pero viene de un Giro que, aunque a medio gas (o así excusan en su equipo que finalizara segundo en la general), acaba desgastando. A Nairo se le suelen dar bien los segundos esfuerzos, como demostró en la última Vuelta a España, tras ser tercero en el Tour, derrotando a Froome. La diferencia ahí es que Froome venía de ese mismo esfuerzo, más el cansancio acumulado de celebraciones y critériums post victoria, a lo que hay que añadir que él sí acudió a Río de Janeiro para disputar los Juegos Olímpicos y siendo bronce contra el crono.

Quintana ganó por un ataque lejano con su equipo, junto al Tinkoff de Contador y dejando sólo a Froome. Pero en el mano a mano apenas se le vio superior. Sólo en dos ocasiones, en el Tour de 2013, en la etapa que ganó en Semnoz, y en el 2015, en Alpe D’Huez, ha demostrado el colombiano poder meterle mano al británico.

Y en esa nómina de escaladores, por supuesto, no puede faltar el que fuera segundo en la última edición y nuevo ídolo local, Romain Bardet. Parece complicado que pueda acabar en lo más alto del podio, pero es valiente y apunta a ser la rueda a seguir en la montaña. A esto, añádanle que es uno de los equipos más potentes en montaña con Frank, Vuillermoz, Pierre Roger-Latour o Bakelants.

Contador, Aru, Chaves, Yates, Valverde…

La nómina de candidatos es alargada. Ahí podrían entrar numerosos corredores. Desde el campeón de Pinto, Alberto Contador, al hombre que mejor inicio de temporada ha hecho, superando las 100 victorias en su carrera, Alejandro Valverde.

El pinteño, en un nuevo equipo, Trek, sí cuenta con las garantías de estar arropado en los momentos importantes. No era así en Tinkoff donde el año pasado se le vio sólo en determinados momentos. Para el recuerdo, su compañero Kreuziger mirando hacia atrás con Alberto descolgado de los favoritos. Ahora no pasará eso porque el equipo gira en torno a él con Pantano, el vasco Haimar Zubeldia y Mollema para la montaña, junto a una serie de rodadores que le cubran en los días de viento. Sus ataques en montaña no conllevan el peligro de antes. Pero Contador siempre se guarda un as en la manga y es de los que no da la carrera por perdida. De hecho, gracias a su osadía, Quintana "ganó" la Vuelta camino de Formigal.

Otro escalador a tener muy en cuenta es Fabio Aru. Su idea era luchar por el Giro, pero una lesión no le permitió competir. Ahora llega fresco y con la moral por las nubes tras proclamarse este fin de semana campeón de Italia en ruta. Además, cuenta con la colaboración del danés Fulgsang, que tras ganar la Dauphiné se reciclará en gregario de lujo del italiano.

En Orica se encuentran dos hombres que compartirán galones, lo que significa que la carrera pondrá a cada uno en su sitio. Aunque, si lo hacen bien, una buena estrategia con uno de ellos puede desarbolar a todo el pelotón. Y en Orica, con el colombiano especialmente, son muy de crear trampas ratoneras. Hizo podio en Giro y Vuelta. Y en esta última ya compartieron capitanía, siendo el británico sexto. Dos rivales muy a tener en cuenta.

Como también lo serán Barguil. Otro ídolo local que dio la sorpresa en la Vuelta de 2014 pero que en el tour no termina de arrancar. Hay muchas esperanzas en él y, quizá, su condición de tapado le pueda permitir ciertos lujos. Sería una sorpresa, sin duda, que el equipo Sunweb, después de ganar el Giro, hiciera podio en París.

En Lotto NL-Jumbo juegan a la baza de tres corredores y que ellos mismos luchen por sus opciones. El holandés Gesink siempre está ahí, pero nunca ha dado el pasito y el arroz se le pasa. Un top 5 sería un enorme resultado, así que puede que él decida probar a cazar etapas y que sea el neozelandés Bennet y el esloveno (y ex saltador de esquí) Roglic los que se prueben en la general.

Y quedarían otros dos españoles. Ion Izaguirre, quien, por primera vez, será líder único de un equipo. En este caso, del Bahrein. Etapa en el Tour ya tiene así que su ambición es llegar lo más lejos posible en la general, buscando acercarse lo máximo posible al podio. Opciones tiene con etapas que no son de montaña dura y que acaban en descenso, una de sus grandes especialidades. Además, en las dos cronos puede sacar rédito.

Y el último hombre, supeditado en todo momento a lo que haga Quintana, es Alejandro Valverde. En primavera, el mundo ciclista veía en el murciano a uno hombre con una plenitud física como nunca antes. De hecho, se barruntaba si debía o no ser el líder del Movistar Team en el Tour. No lo será, porque está Quintana, un hombre de podio. Pero desde la escuadra telefónica tratarán de jugar una segunda carta. Él mismo lo avisó antes de partir a Alemania. El objetivo es no perder mucho tiempo por si, llegado el caso, se puede optar con él a algo más, en alguna estrategia diferente o, incluso, ocupar el lugar de Quintana si a éste no le fuera la carrera como debiera.

En todo caso, muchos nombres para un solo maillot, el más preciado por los ciclistas. Quintana habla de "sueño amarillo". Muchos lo tienen. El último en vivirlo, Chris Froome. Se le busca sucesor.

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