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Más que un club: del cochinillo a los aspersores

A pocos días del gran partido, el ambiente se va caldeando con acusaciones de ida y vuelta. En los últimos clásicos –desde el recibimiento a Figo al mecherazo a Roberto Carlos– y ante otros rivales –aspersores al Inter–, la imagen culé se ha dañado. Este miércoles abordaremos las polémicas del lado merengue.

A pocos días del gran partido, el ambiente se va caldeando con acusaciones de ida y vuelta. En los últimos clásicos –desde el recibimiento a Figo al mecherazo a Roberto Carlos– y ante otros rivales –aspersores al Inter–, la imagen culé se ha dañado. Este miércoles abordaremos las polémicas del lado merengue.
El famoso cochinillo a Figo. | Archivo

Estos días se echa mucho en cara al Real Madrid la mala imagen que está dando el club. Pese a las victorias, las declaraciones altisonantes y provocadoras de Mourinho incendian cada estadio al que viaja el club blanco. Sin embargo, en el Barcelona se han dado múltiples hechos que también han dejado dañada su imagen como entidad. 

Los clásicos han dejado imágenes para la historia. Grandes jugadores se han consagrado en los Barcelona-Real Madrid. Por ejemplo, Raúl fue capaz de mandar callar a todo un Nou Camp y Ronaldinho logró lo impensable: el Bernabéu, en pie, aplaudiendo el juego del máximo rival. Sin embargo, no todas las imágenes son tan agradables.

Pisotón a Urizar. Hristo Stoitchkov ha sido uno de los jugadores más pasionales que han pasado por nuestra Liga y sus salidas de tono estaban a la orden del día. Un 5 de diciembre de 1990, el Barcelona jugaba contra el Real Madrid la ida de la final de la Supercopa de España. Los culés perdían 0-1 cuando el búlgaro fingió una falta ante Chendo. Cruyff, entrenador por aquella época, recriminó al árbitro: "¡Siempre igual, pitando todo para el mismo lado!". Mientras Cruyff presionaba a Urizar, éste le expulsó. Entonces, aparece en acción Stoitchkov, que se acerca al colegiado y le pisa en el empeine.

Mecherazo. Uno de los futbolistas más odiados en el Camp Nou era Roberto Carlos. También en una Supercopa de España se dio otra de las imágenes insólitas. El Real Madrid iba ganando el partido, pero el Barcelona le dio la vuelta después de un penalti absurdo del debutante Karanka –hoy segundo de Mourinho. Sin embargo, siempre se recordará aquel mecherazo a Roberto Carlos, que le abrió una importante brecha en la cabeza.

El Judas Figo. En el imaginario colectivo quedará para siempre la cabeza de un cochinillo en una esquina del Camp Nou. Era la primera vez que Luis Figo pisaba el coliseo azulgrana después de traicionar a la afición y unirse al recién comenzado proyecto de Florentino Pérez. Se esperaba un ambiente tenso, quizá el peor recibimiento en la historia para un futbolista, con pancartas de todo tipo llamándole Judas. Sin embargo, se descontroló. Cuando el portugués se dirigía a sacar de esquina, una lluvia de objetos impedía que se acercara al córner. Medina Cantalejo, árbitro del encuentro, decidió suspender momentáneamente el partido, mientras las cámaras recogían, entre otras cosas, una botella de whisky J&B y una cabeza de cochinillo.

Butifarra de Giovanni. Pero no sólo en el Camp Nou se dieron imágenes que esperamos no se vuelvan a repetir. En 1997, Giovanni culminó un perfecto contragolpe del Barcelona que certificaba el triunfo liguero culé en su visita al Santiago Bernabéu. Ante tanta efusividad, a Giovanni no se le ocurrió otra forma de celebrar el tanto que con cortes de manga dirigidas a la parroquia blanca. La famosa butifarra del brasileño causó mucha polémica.

Fuera de los clásicos, las imágenes poco deportivas del Barcelona también se han repetido en los últimos años.

Plantón al Atlético. En la temporada 98/99, el Barcelona, capitaneado por Pep Guardiola, dio plantón al Atlético de Madrid en unas semifinales de Copa del Rey. Los colchoneros habían vencido en la ida 3-0 y el Barcelona reclamaba el aplazamiento de ese partido alegando una plaga de lesiones. La Federación no aceptó entonces el argumento culé y obligó a la celebración del partido. Los dos equipos saltaron al césped en una pantomima ante 3.000 aficionados para que, finalmente, los azulgrana se retiraran del césped ante el asombro de todos. El partido se lo dieron por perdido (0-3), pero nunca fueron sancionados por el plantón.

El hooligan Gaspart. En la temporada 2000/2001, el Barcelona estaba pasando uno de los momentos más duros de su historia. Con el presidente Joan Gaspart no acertaba deportivamente en los fichajes y año tras año sufrían fiascos deportivos mientras el Real Madrid coleccionaba Champions. Ese mismo año estaba a punto de quedar fuera de los cuatro primeros puestos de la Liga que daban acceso a la Liga de Campeones. Sin embargo, en el último minuto apareció Rivaldo para realizar una chilena de ensueño y lograr la victoria. En el palco, Joan Gaspart celebraba el triunfo como un energúmeno mientras su homólogo del Valencia, Jaime Ortí, lo miraba con cara de resignación.

Los aspersores. La última que realizó el Barcelona al más puro estilo Laporta tuvo lugar la temporada pasada. Después de una eliminatoria muy igualada, el Inter de Milan lograba en el Camp Nou el acceso a la final de la Champions de Madrid. Los jugadores interistas y su entrenador, Jose Mourinho, se disponían a celebrar la gesta en el centro del campo. Sin embargo, los aspersores se encendieron, aguando la fiesta italiana. Nadie respondió por tal feo gesto.

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