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Práctico y atractivo

Al volante Opel Mokka

Opel irrumpe entre los todocamino compactos con el nuevo Mokka, un vehículo amplio, práctico, funcional y muy atractivo.

A pesar de la situación del mercado, el segmento de los SUV parece capear el temporal con un incremento del 7 por ciento. A ello ayuda el que mucha clientela, ante la posible adquisición de un vehículo, anteponga uno de este tipo por su funcionalidad, capacidad ‘off-road’, imagen..., a un compacto ‘del montón’.

Todo esto ha propiciado que muchas marcas desarrollen en los últimos tiempos SUV compactos para posicionarlos en el mercado, y ese es el objetivo de Opel con su nuevo Mokka.

Opel lo coloca como un SUV en el segmento B, es decir, como una versión todocamino de un Corsa, y encuentra en este segmento rivales como el Nissan Juke o el Mini Countryman, aunque éstos miden 4,13 y 4,09 metros respectivamente, mientras que este Mokka se va hasta los 4,28 metros, una longitud que lo pone a ‘tiro de piedra’ del líder del segmento, el Nissan Qashqai, situado un escalón por encima con 4,33 metros de largo.

El exterior de este Mokka luce detalles estéticos vistos en los últimos modelos de Opel, y presenta un aire juvenil, aventurero y desenfadado.

Acceder a su interior es cómodo por la mayor altura a la que se sitúan sus asientos y la visibilidad es muy buena, lo que permite anticiparnos durante la conducción. Todo recuerda a modelos ya vistos en Opel, con excelentes acabados, pero con detalles mejorables como la infinita cantidad de pequeños botones que aparecen en su salpicadero, más aún si optamos por el sistema de navegación opcional.

También cuenta con 19 huecos para dejar pequeños objetos, un interior amplio para cuatro adultos aunque en realidad es un cinco plazas –la cota de anchura no es su fuerte–, y un maletero que oscila entre 356 y 1.372 litros gracias al respaldo trasero abatible en dos partes asimétricas 60/40. Más abajo va la rueda de repuesto de emergencia, la cual desaparece si optamos por el sistema Flex Fix que nos permite contar con un práctico portabicicletas integrado en el paragolpes trasero.

La oferta mecánica del Opel Mokka está compuesta por dos motores de gasolina y uno diésel. Entre los primeros encontramos un sencillo 1.6 atmosférico con 115 CV que se asocia a la tracción delantera y es el único que recurre a un cambio manual de 5 velocidades. Durante la toma de contacto por tierras alemanas no estaba presente, pues en España supondrá sólo el 1 por ciento de las matriculaciones del Mokka.

Pero sí pudimos conducir el 1.4 Turbo de 140 CV, que sólo se ofrece con tracción a las cuatro ruedas, la cual, mediante un embrague electrohidráulico reparte potencia entre ambos ejes en función de la adherencia –va del cien por cien delante al 50 por ciento en cada eje–, sin que el conductor tenga que hacer nada. Sus prestaciones son muy buenas, pero peca de unos desarrollos del cambio demasiado largos –en 3ª velocidad llega a 140 km/h–. Cuenta con ‘Start/Stop’ como el resto de la gama Mokka y homologa unos consumos de 6,4 l/100 km, que en la práctica real es alguno más.

Pero la mecánica que acaparará el 85 por ciento de las ventas será el 1.7 CDTI de 130 CV, la cual está disponible en versiones 4x2, 4x4 y con cambio automático asociado al tracción delantera. Tuvimos ocasión de conducir el manual con tracción delantera y su comportamiento en carretera es muy bueno, pues pisa con firmeza –excepto el 1.6 todos tienen llantas de 18 pulgadas–, pero es cómodo a pesar de que el Mokka no puede equipar el sistema Flex Ride de otros modelos de la marca, que permite modificar la suspensión, respuesta del motor o la dirección en tres modos.

Dirección que tiene un tacto mejorable, pues es muy suave y cuesta acostumbrarse a su excesiva asistencia. Este Mokka estrena una plataforma nueva –nada tiene que ver con la del Corsa– con elementos en común con el nuevo Zafira –frenos, parte de las suspensiones...–, y la cual utiliza dos tipos de suspensión trasera dependiendo del sistema de propulsión.

Para homologar unos consumos ajustados, los desarrollos del cambio tienden a largos –tónica habitual en la gama Opel–, y durante la toma de contacto obtuvimos un consumo de 6,4 l/100 km.

Todos los Mokka tienen ESP, control de descenso o asistente en pendientes entre su equipamiento de serie. Pero pueden incorporar por sólo 385 euros el Opel Eye que incluye reconocimiento de señales de tráfico, aviso de cambio involuntario de carril y la alerta de colisión frontal. Los Mokka con acabado Excellence ya cuentan con iluminación AFL+ que adapta el haz de luz a las condiciones de la vía y que funciona e ilumina de manera excelente. En los Selective cuesta 920 euros.

Los Opel Mokka arrancan en un precio de 16.525 euros para el 1.6 Expression –con el aire acondicionado opcional por 615 euros–, incluyendo el actual descuento de la marca. También con descuento, el 1.4 Turbo 4x4 cuesta entre 21.100 y 22.870 si lo queremos con acabado Selective o Excellence que incluyen climatizador de serie. Por su parte, los precios del diésel comienzan con los 19.980 del 4x2 Selective y finalizan en los 21.750 con el acabado Excellence, aunque a ambos precios hay que sumar 1.225 euros si lo queremos automático, o 2.560 euros si optamos por el 4x4.

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