El Renault Captur, que se fabrica en la factoría de la marca en Valladolid para todo el mundo, toma como base la nueva generación del Clio, pero se diferencia del utilitario del que deriva en que es bastante más práctico y logra un volumen de carga superior. Con sólo 4,12 metros de longitud, el Captur es amplio y cuenta con 377 litros de maletero, que pueden aumentar hasta 455 litros avanzando al máximo la banqueta trasera, aunque en ese caso no quedará demasiado espacio para las piernas.
En su diseño exterior se pueden destacar las grandes ruedas y la sobreelevada altura del suelo, además de la posibilidad de elegir una original pintura bitono, que permite diferenciar el techo, los montantes y las carcasas de los retrovisores del resto de la carrocería. Hay nueve colores para la carrocería y tres para el techo, con dos estilos para el interior.
Dentro del habitáculo, hay sensación de robustez y destacan las numerosas soluciones funcionales, como una guantera tipo cajón con 11 litros de capacidad, que sustituye a la tradicional, o los asientos con tapicerías desenfundables y lavables a máquina, que cuentan con ocho motivos diferentes a elegir.
En cuanto a los propulsores, los tres con los que cuenta la gama Captur vienen con el dispositivo Stop & Start de serie, con lo que se logran niveles de consumo y emisiones moderados.
Puede equipar un diésel de 90 CV que, con 3,6 litros de gasto medio es el modelo más ahorrador de su clase. En gasolina, cuenta con un 1.2 TCe de 120 CV, que tiene un consumo medio de 5,4 l/100 km. La otra alternativa en gasolina es el motor 0.9 TCe, con 90 CV, con un consumo medio de sólo 4,9 litros y la versión más asequible de precio: 15.200 euros.
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