La marca alemana celebra los 25 años de sus motores TDI y lo hace dando nuevos pasos en la evolución de unos propulsores que parecen no tener límite. Entre sus nuevos desarrollos, Audi trabaja en un turbo eléctrico que apoyaría al turbocompresor normal. ¿Cuál es el resultado de este trabajo? Pues aumentar la potencia del motor y ofrecer una rapidez de respuesta tremenda. Sobre un A6 normal la marca alemana ha conseguido aumentar la potencia del motor 3.0 hasta los 326 caballos (en las versiones normales esta potencia oscila entre 204 y 240 caballos).
Ayudado por ese aumento de potencia y por la inmediatez con la que el turbo eléctrico apoya al turbo normal, las prestaciones que ofrece este propulsor son espectaculares. Por ejemplo, en el paso de 60 a 120 km/h en sexta –la simulación de una maniobra de adelantamiento en carretera- tarda ahora 8,3 segundos frente a los 13,7 que invierte un modelo convencional.
La energía necesaria para el funcionamiento de este turbocompresor no implica mayor gasto de combustible pues se consigue fundamentalmente gracias a la recuperación en las fases de deceleración.
Esta nueva tecnología, que está en la última fase de desarrollo, pronto llegará para apoyar a los motores TDI, pero también se podrá utilizar en motores de gasolina.
Más información del Audi A6 TDI Concept.