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El coche autónomo: cambios sociales, de movilidad y en el seguro de coche

El vehículo sin conductor supondrá un antes y un después en cuanto a movilidad.

El vehículo sin conductor supondrá un antes y un después en cuanto a movilidad.

Viajar con el coche a una velocidad de 300 km/h y sin necesidad de tocar el volante, o leer un libro mientras se llega al destino deseado. El vehículo sin conductor supondrá un antes y un después en cuanto a movilidad se refiere. Pero no sólo por la rapidez o comodidad al viajar, sino sobre todo por la seguridad que proporcionará. Según Álvaro Sauras, especialista en el coche autónomo de la revista Autofácil, llegado el momento, "viajar en coche tendrá el mismo riesgo que subir en un ascensor".

Sin duda todo esto será una auténtica revolución. Y antes de que suceda conviene estar preparados. Uno de los primeros desafíos con los que pueden encontrarse los fabricantes de este tipo de vehículos es hacer el modelo rentable. Pero no es el único. Habrá que realizar cambios en la legislación, infraestructuras, e incluso en los modelos de negocio de algunas empresas, como por ejemplo, las aseguradoras de coche.

Cambios en el seguro de Coche

El coche autónomo no contará con conductores, sino con pasajeros. Dado que éstos no intervienen en el proceso de conducción, parece lógico pensar que, en caso de siniestro, tampoco tengan ninguna responsabilidad sobre él.

Este aspecto será uno de los principales quebraderos de cabeza para las aseguradoras. El escenario en el que se jugará no sólo constará de propietario y conductor como responsables de un siniestro, que es lo que ocurre en la actualidad. Entrarán en juego fabricantes de software, mapas, compañías de telecomunicaciones… y habrá que estudiar detalladamente cada caso para determinar quién es el responsable del accidente.

La reducción de la siniestralidad será otra de las consecuencias de la implantación del coche autónomo. Y ello traerá consigo una bajada de las primas de Auto. Ante esta situación las aseguradoras tendrán que reinventarse. Según Daniel Cabal, responsable de comparadores de la aseguradora Pelayo, "las compañías tendrán que barajar otras oportunidades de negocio y centrarse en ofrecer otras prestaciones en relación a aspectos como por ejemplo los daños propios o la asistencia en viaje".

Algo muy al hilo de lo que piensa Fernando Summers, CEO de Rastreator.com: "Este nuevo panorama traerá consigo una fragmentación del riesgo. Esto quiere decir que surgirán nuevas necesidades de seguro de Coche, por ejemplo para los proveedores de tecnología o en relación a la ciberseguridad".

Cambio cultural

Con el vehículo autónomo, las personas tendrán que dejar en manos de una máquina el proceso de conducir y confiar en que el coche sea capaz de circular de manera segura por sí mismo. Esto implica un cambio de mentalidad bastante radical.

De hecho, según un estudio de Autoscout24, 6 de cada 10 conductores españoles viajarían en un coche autónomo sólo si contaran con la opción de activar y desactivar el "piloto automático" en el momento que elijan. De esta forma, es comprensible pensar que para la implantación del coche autónomo será necesario que se produzca un cambio generacional y cultural.

Sin embargo, para Gerardo Cabañas, director general de Autoscout24, esto no es algo preocupante. Afirma que es un hecho bastante común cuando se produce un cambio tecnológico revolucionario. "La gente rechaza la tecnología porque la desconoce y le genera incertidumbre. Sin embargo, al principio será recibida por los early adopters hasta que finalmente sea extendida al público en general".

Para él, con la función del "piloto automático" sucederá como ocurrió con otros sistemas o el ABS o el airbag. "Al principio será un equipamiento opcional, con un coste más elevado. Pasado un tiempo su precio se reducirá y este sistema se establecerá de serie por ser una gran ayuda para la seguridad", señala.

El "algoritmo de la muerte"

Otro de los desafíos del vehículo autónomo tiene que ver con la decisión que debe tomar el propio coche en los instantes previos a que se produzca un siniestro, algo que muchos consideran como un dilema moral.

En la actualidad, cuando se plantea una situación de accidente, el conductor de un vehículo no es capaz de decidir para qué lado dirigir el coche o analizar cuál es la opción que menos daños provoca. Actúa por instinto. Sin embargo, la "inteligencia artificial" del coche autónomo tendrá que ser capaz de tomar ese tipo de decisiones. Es lo que algunos han definido como algoritmo de la muerte. Esto plantea un dilema moral, ya que llegado el momento, el coche debe elegir si salvar la vida de los diez peatones que cruzan la calle y sacrificar al pasajero del vehículo, o hacer lo contrario.

Barreras legales

Si en una cosa están de acuerdo todos los expertos es que el futuro de la movilidad pasará por los vehículos sin conductor. La duda es cuándo. Para algunos como Gerardo Cabañas, en 5 años ya se circulará con total normalidad con vehículos que realicen gran cantidad de funciones autónomas.

Sin embargo, no todos opinan lo mismo. Y es que realmente son muchas las cosas que tienen que evolucionar. Empezando por una legislación que autorice a circular con este tipo de vehículos. De momento, en España se aprobó el pasado noviembre de 2015 un marco legislativo que autoriza a la realización de pruebas en determinados tramos o vías. Sin embargo, esto aún dista mucho de ser una legalización total del vehículo autónomo. Y para esto suceda, aún queda un largo camino por recorrer.

Si quieres saber más sobre el coche autónomo lee el reportaje completo "El coche autónomo, el antes y el después de la seguridad al volante", en Rastreator.com.

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