El Mercedes Clase G es uno de los todoterrenos más poderosos del mundo y de aspecto más brutal. Su primera generación se lanzó en 1979 y, desde entonces, casi sin cambios, ha demostrado ser capaz de todo fuera de carretera. Versiones de trabajo, de carrocería larga o corta, cerradas o descapotables, variantes AMG con más de 600 caballos… han hecho de este modelo un auténtico mito.
Pero ahora, la marca alemana lo viste de limusina descapotable, con todos los lujos imaginables. Para ello, Mercedes toma como base el más imponente de todos los Clase G creados hasta la fecha, el G500 4x4, un todoterreno abierto por detrás, con más de 5,3 metros de longitud y 2,23 metros de altura o medio metro de altura libre al suelo, lo que le permite sortear prácticamente cualquier obstáculo.
Con esos mimbres, la marca alemana ha decidido crear un modelo superexclusivo, pues solo fabricará 99 unidades. Cuenta con detalles específicos, como pasos de rueda en fibra de carbono, pintura especial multicapa o ruedas especiales cromadas de 22 pulgadas. El motor, un V12 de 630 caballos con un par máximo de 1.000 Nm. Y en el interior, el máximo confort imaginable, en su 'terraza trasera', con dos butacones reclinables con masaje, pantallas individuales de 10 pulgadas o portabebidas con función de refrigeración o calentamiento.
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