Cualquier persona que se vaya a conducir una moto tiene que tener presente que el hecho de contar con un buen seguro resulta imprescindible. Es la única manera de asegurarse de que se contará con cobertura para uno mismo, para la moto en sí y para terceros (en el caso de que se vean involucradas terceras personas en un accidente o similar).
Lo que ocurre es que la oferta en el mercado de seguros es verdaderamente amplía y no todos cuentan con lo mismo. Hay algunos que ofrecen, por ejemplo, seguro accesorios moto y otros, que no. Y esto resulta verdaderamente interesante para el conductor. Desde aquí damos los consejos clave antes de hacer un contrato con una aseguradora para poder elegir el que más convenga, de acuerdo a las necesidades, sin tener que gastar un dinero excesivo por ello.
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Invertir en asegurar la equipación técnica: si te gusta el mundo de las motos y estás pensando en hacerte con una de ellas o si ya la tienes en tu poder te habrás dado cuenta de que la equipación, de por sí, resulta bastante costosa. Esto es cierto, pero no lo es menos el hecho de que esa inversión es necesaria puesto que es la mejor manera de protegerse. A sabiendas del dinero que se precisa para esto hay aseguradoras que cuentan con esta cobertura.
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Seguro para el conductor: lo más importante, en caso de darse un accidente, es que nadie resulte herido de gravedad y, que si lo requieren, cuenten con una cobertura que les brinde asistencia sanitaria.
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Hay diferentes tipos de seguros para moto que van desde el más básico (que cubre a terceros) al que se denomina como a todo riesgo: lo suyo es hacer una valoración del tipo de moto que se tiene, del uso que se le da, de los años con los que cuenta y poner en una balanza qué compensa más. Por ejemplo, si se trata de una moto nueva o que cuesta un dinero considerable, el seguro a todo riesgo representa la mejor opción porque, con el mínimo accidente, la reparación y las piezas pueden suponer un gran desembolso. Lo mismo ocurre si el uso que se le da es constante.
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Protegerse ante robos: aunque es algo en lo que, de primeras, no se quiere pensar es algo que puede suceder, más aún cuando se trata de una moto que se aparca en la calle y que tiene un cierto valor. Para evitar problemas lo mejor es contar con esta cobertura.
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La opción de asistencia en carretera: esto hay que valorarlo también, como en los casos anteriores, en función del uso que se le vaya a dar. Si la moto se tiene para hacer viajes mínimos y de corto recorrido, quizá no sea necesaria. En el caso de que los desplazamientos sean mayores, sí que conviene contar con ella.
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Una vez que tengas claro los puntos anteriores conviene que eches un vistazo a la Red para ver si, en ese momento, existe alguna oferta o promoción que te pueda interesar.
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Comparar: si se quieren unas coberturas específicas sin tener que pagar de más por ellas, la mejor opción pasa por emplear un comparador y salir de dudas. Así se optará por el seguro que interesa, por un precio económico.