Al nuevo Renault Mégane RS lo habíamos visto poniéndose a punto en el circuito de Nürburgring o realizando pruebas invernales en Escandinavia. Pero ha sido ahora, en el Salón del Automóvil de Fráncfort, cuando se han desvelado los detalles definitivos de este modelo en el que la marca del rombo ha volcado toda su experiencia deportiva.
Ofrece un diseño que no deja lugar a la duda: estamos ante un modelo de Renault Sport. Con pasos de rueda ensanchados 60 milímetros en la parte delantera y 45 en la trasera respecto al Mégane GT, llantas de 18 y 19 pulgadas, paragolpes específico, una gran entrada de aire y rejilla exclusiva realizada en nido de abeja, y la lámina F1 característica del diseño de Renault Sport. La zaga se remata con una salida de escape central y un difusor que garantiza un mayor equilibrio aerodinámico a alta velocidad. Además, estrena un nuevo color de la carrocería, el Orange Tonic, que se suma al clásico amarillo Sirius, característico de Renault Sport.
Pero lo más llamativo no está en el exterior sino en las novedades que incorpora como, por ejemplo, el sistema 4Control de cuatro ruedas directrices, de serie en el chasis Cup y el chasis Sport, que permite una mayor agilidad y estabilidad en curvas. También cuenta con elementos que maximizan las sensaciones deportivas y mejoran el comportamiento. En cuanto al motor, equipa el propulsor de 1,8 litros y 280 caballos utilizado en el nuevo Alpine. Y ya se ha anunciado que, de aquí a finales de 2018, habrá una versión Trophy con una mecánica de 300 caballos.
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