Jose Mourinho no puede más. El técnico del Real Madrid está harto de los insultos que recibe de los aficionados en cada estadio que visita, y en Riazor explotó. El portugués pidió al cuarto árbitro, con el que se le vio discutir, que reflejara en el acta los insultos que provenían desde la grada, según Marca.
El técnico cree que los cánticos son racismo y, por ello, espera que actúe el Comité de Antiviolencia, como sí hizo por su incidente con Preciado. Esta temporada, ya hay un precedente, ya que en el Vicente Calderón, en el partido entre el Atlético y Mallorca previa a la Copa del Rey, el árbitro Ayza Gámez sí reflejó los cánticos contra Mourinho.
En Riazor fueron un poco más allá que en otros campos cuando desde la megafonía se le recordó a Mourinho las palabras que éste dedicó a la prensa del Deportivo cuando el Oporto eliminó a los gallegos en las semifinales de la Champions de 2004. "Estáis un poco creciditos", se escuchó por la megafonía de Riazor.
Y es que, el técnico portugués se ha hartado de que "Mourinho muérete" sea el cántico preferido de la afición rival, junto con el "Ese portugués...". Desde el club consideran fundadas las quejas del entrenador y ponen como ejemplo qué se diría en España si a Torres o a Cesc le cantaran algo parecido en la Premier.
Nadie se salva de los insultos
No son infundadas las quejas de Mourinho, si bien es cierto que todo personaje del mundo del fútbol está expuesto a los gritos de las aficiones rivales, generalmente con bastante mal gusto.
Hace unos meses Míchel, entrenador del Getafe, bromeaba sobre el asunto, ya que el técnico lleva años escuchando en todos los estadios que visita cánticos sobre su homosexualidad a raíz de la famosa acción de Míchel con Valderrama. Más sangrante es el asunto de Mijatovic, que tenía que escuchar burlas sobre su hijo, que padecía una grave enfermedad.
El Barcelona tampoco se salva. Este mismo fin de semana, en el Iberostar Estadi de Mallorca, Messi también escuchó burlas sobre su orientación sexual o su estatura.
El plante de Eto'o
Mourinho considera los insultos que recibe como racismo. El caso más reciente en nuestro fútbol fue el plante de Samuel Eto ´o en La Romareda cuando vestía la camiseta del Barcelona. El camerunés amenazó con abandonar el partido sino cesaban los cánticos de la afición local, mientras que el árbitro le zarandeaba tratando de evitar que éste se marchara del terreno de juego.