En cuanto a la posibilidad de convertirse en el primer ganador español del Abierto de Australia, Nadal no ha ocultados sus ganas. "Ojalá, está claro que la ilusión es muy grande", ha confesado, "pero hay que ser consciente de que él (Federer) llegará mejor preparado que yo físicamente, pero voy a hacer todo lo posible por recuperarme y llegar el domingo preparado e intentar ganar, que sería impresionante". El español no ha dudado en comparar este partido con la final de Wimbledon del pasado año contra Federer. "Son dos que se recordarán por mucho tiempo", ha apuntado.
Nadal, al igual que Verdasco antes, también ha incidido que lo lógico es que las dos semifinales masculinas se disputasen el mismo día para no dar ventaja a ninguno de los ganadores. "En todos los Grand Slams se juegan al mismo tiempo, menos aquí. Sería más justo jugar todos el mismo día". Y es que el de Manacor ha acabado tan agotado como Verdasco. Inmediatamente después del partido ha recibido masajes con hielo para activar sus piernas e iniciar el proceso de recuperación para afrontar el partido contra el suizo el domingo. "Hay que ver si alguna parte ha quedado dolorida y trabajarla un poco", ha afirmado Nadal, que durante la conferencia de prensa ha sufrido un calambre en la espalda que ha superado sin darle importancia.
El partido contra Verdasco será "muy difícil de olvidar"
En cuanto al choque que ha protagonizado contra su compatriota, el más largo de la historia del torneo australiano, Nadal ha reconocido que ha resultado especial.
"Su doble falta me ha dado alivio más que pena", ha destacado sobre el punto final del encuentro. "No es bonito terminar así pero es un final y después de un partido así es lo que menos se recuerda", ha asegurado.. "De momento se me dan bien los partidos a cinco sets, llevo bastantes ganados y espero que sigan así. Simplemente intento dar lo mejor en todos los puntos hasta que no puedo más, y esta vez por suerte he podido para llegar hasta el final", ha concluido Nadal.