Nadal, que como siempre que gana un título, muerde el trofeo, ha comentado que el sabor es espectacular. "El ver la Copa Davis, así, y tenerla es algo muy bonito, muy importante, sobre todo después de los problemas que he tenido. Poder disfrutarla con mis compañeros y recibir todo este apoyo ha sido genial durante los tres días. Ha sido un final de año que necesitaba y esto me hace feliz", ha señalado.
El jugador de Manacor se ha quejado no obstante que tendrá poco tiempo para disfrutar este momento. Apenas días, porque el miércoles quiere volver a los entrenamientos. "No veo el plural", ha dicho al referirse a que apenas tendría una jornada. "Mañana nos recibe el presidente del Gobierno y el miércoles, vuelta a casa", ha señalado entre risas. "Un poco de amigos, golf, y el miércoles me entreno, que es lo que conviene", ha razonado.
El jugador ha observado que el valor de ganar la Copa Davis es totalmente diferente. "El hecho de ganar torneos o no tiene que ver en esto. Aunque hubiera ganado todo me haría mucha ilusión, porque depende de muchos factores, tener un gran equipo, jugar en casa. Es todo muy difícil de repetir, por eso hay que valorar mucho este momento. Lo he dicho siempre, porque un día se podía acabar, y llevo muchos meses sin ganar un torneo". "Hemos ganado cuatro pero cada una tiene su importancia. No podemos caer en la tentación de no valorarlo, como a mi me ha pasado en algún torneo este año", ha añadido.
Al hacer el resumen, Nadal ha comentado que su año no había sido malo. "Se han se han dado los factores, tenemos un equipo completísimo, y se han hecho cosas buenísimas y no tan buenas", ha dicho sobre la Copa Davis, "pero resumiendo no ha sido un mal año, porque he conseguido mi primer Grand Slam en pista dura, tres Masters 1000 y Barcelona, Estoy muy satisfecho, lo hubiera firmado antes de empezar". "Luego, no, por lo que pasó después. Pero hay que aceptar las victorias, las derrotas y trabajar para superar las adversidades, cosa que siempre he hecho", ha admitido Nadal.