El inicio de temporada de Los Angeles Lakers es, sencillamente, el peor desde que la franquicia se trasladara a California desde Minneapolis en 1960. Cuatro derrotas en otros tantos partidos, y lo que es peor, la sensación de no haber competido para ganar prácticamente en ninguno de ellos hacen mucho daño en uno de los equipos más laureados de la NBA junto a los Boston Celtics. Por ello, las críticas de la dura prensa angelina no han hecho más que empezar, y Kobe Bryant, la gran estrella de los Lakers, ha salido a la palestra en unas declaraciones a Yahoo Sports en las que manda un recado a su excompañero, el pívot español Pau Gasol, ahora en los Chicago Bulls.
"No puedes disfrutar de las vacas gordas e irte cuando las cosas se tuercen", dijo Bryant al ser cuestionado sobre si se plantea pedir un traspaso y marcharse de los Lakers ahora que los californianos distan mucho de ser un equipo competitivo, para terminar añadiendo que "ni siquiera me lo planteo, soy un Laker". Posteriormente, cuestionado por la marcha del pívot de Sant Boi el pasado verano, la Mamba Negra, como es conocido el escolta, afirmó que "los Lakers hicieron todo lo que tenían en su mano, le ofrecimos un acuerdo increíble".
La relación de Gasol y Bryant durante sus años en los Lakers siempre ha sido objeto de análisis. La capacidad de Bryant para hablar italiano (nació en el país transalpino, donde su padre era jugador profesional), y su conocimiento de algunas palabras en castellano, les permitía comunicarse en ocasiones en el idioma español para dificultar la defensa de sus rivales. Igualmente, el español dedicó en su libro Vida un capítulo a Bryant, quien ahora se ha mostrado crítico con el que muchas veces ha considerado su "hermano en la cancha". Ahora, tras su grave lesión en el tendón de Aquiles, Kobe vuelve a despuntar en las canchas NBA, donde está dando un gran nivel (promedia 24,8 puntos en los cuatro primeros partidos) pese a la horrible marcha de unos Lakers que olvidaron el Showtime y lo cambiaron por la Nightmare (pesadilla). Echando de menos a Gasol, Kobe asume su papel de capitán general de una nave a la deriva: "Mi responsabilidad consiste en hacer que este equipo sea lo mejor posible".
Corren malos tiempos en el Staples Center. Hace unas semanas, Jeannie Buss, una de las propietarias del equipo, declaraba que "el equipo volverá a pelear por el anillo en tres temporadas". Bryant, con treinta y seis años a sus espaldas, y sobre sus tendones, no puede esperar tanto. El reto de igualar los seis anillos de campeón de Michael Jordan (Bryant tiene cinco), parece francamente lejano.