Los Houston Rockets han ganado el pulso a los San Antonio Spurs y los Cleveland Cavaliers por el base Chris Paul, de 32 años, gracias a una compleja operación con Los Angeles Clippers que incluye a diez jugadores, 661.000 dólares y la participación de siete equipos.
"Hemos conseguido a un gran jugador, un seguro miembro del Salón de la Fama y eso no es algo que suceda todos los días", ha dicho Daryl Morey, gerente general de los Rockets. "Es un gran día para la franquicia de Houston", añade.
Paul, decisivo en la conquista del oro olímpico tanto en Pekín 2008 como en Londres 2012, jugará ahora junto al escolta estrella James Harden.
El dueño de los Rockets, Leslie Alexander, ha dicho que con este fichaje queda allanado el camino para conquistar el tercer anillo tras los conquistados en 1994 y 1995. "Ahora con Harden, Paul y el entrenador Mike D'Antoni hemos logrado un equipo con un nivel excepcional de cara a luchar por ese título que buscamos", manifestó Alexander.
D'Antoni, proclamado Entrenador del Año durante la pasada temporada, admite que habían conseguido a uno de los mejores bases que hay en la liga. "Hemos logrado a uno de los bases más completos que hay en la NBA que llega en su mejor momento de forma y en el momento ideal de su carrera como profesional", destaca.
Para cerrar el descomunal traspado, los Rockets cedieron a los Clippers a Sam Dekker, Patrick Beverley, Lou Williams, DeAndre Liggins, Darrun Hilliard, Montrezl Harrell u Kyle Wiltjer, además de una elección protegida de la primera ronda del draft de 2018. Para hacer espacio en el tope salarial el equipo de Houston hizo acuerdos para adquirir a Hilliard (Detroit), Liggins (Dallas), Ryan Kelly (Atlanta), Shawn Long (Philadelphia) y Tim Quarterman.
Chris Paul tiene promedios de 18,7 puntos; 9,8 asistencias y 2,4 recuperaciones de balón en las seis temporadas que ha jugado con los Clippers, que nunca pudieron luchar por el anillo. Cumplida la difícil misión de fichar al jugador de Carolina del Norte, la mira de los Rockets se fija ahora en el alero Paul George, de los Indiana Pacers, que a su vez también es pretendido por los Cavaliers.