(Libertad Digital) Bosco Izecson Pereira, padre y representante de Kaká, y Adriano Galliani, administrador delegado del Milan, han estado reunidos este martes con Florentino Pérez en la sede de la empresa ACS, en la madrileña calle de Pío XII, para tratar de cerrar el traspaso del delantero brasileño al Madrid.
El fichaje de Kaká, ganador del Balón de Oro en 2007, sería la primera piedra del proyecto de Florentino Pérez en su regreso al club blanco y, tras presentar este martes por la mañana al nuevo entrenador, Manuel Pellegrini, el nuevo presidente madridista ha llegado a un acuerdo con Galliani para la contratación del futbolista brasileño, que percibiría unos nueve millones de euros netos por temporada.
Pero la intromisión del Chelsea en las últimas horas ha complicado las negociaciones. Y, al parecer, la oferta del club de Stamford Bridge por Kaká supera a la del Real Madrid. Así se lo ha hecho saber Bosco Izecson a un Florentino Pérez que, pese a todo, se muestra optimista y confía en cerrar la operación en los próximas días. Y es que Carlo Ancelotti, que tiene una gran vinculación personal con el jugador, ha recomendado encarecidamente la contratación del brasileño al propietario del Chelsea, el magnate ruso Roman Abramovich.
Kaká había jugado al despiste este mismo martes al haber dicho, en declaraciones al diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport, que su deseo es quedarse en el Milan, al tiempo que había pedido que le dejasen "en paz". El mediapunta, de 27 años, llegó al equipo 'rossonero' en 2003, procedente del Sao Paulo brasileño. Actualmente se encuentra concentrado con la 'canarinha' para disputar los partidos de clasificación mundialista en Montevideo ante Uruguay y en Recife contra Paraguay, los próximos días 6 y 10 de junio.
Todo comenzó poco después del mediodía, cuando Galliani y el padre de Kaká aterrizaron en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Sin embargo, en un primer momento, el administrador delegado del Milan negó a la prensa italiana que se hubiera desplazado a Madrid: "Estoy en el mar, en la Romagna". Sólo una hora después filtró a La Gazzetta dello Sport que se trataba de "una broma" y que en efecto había viajado a la capital de España para "asistir a la fiesta de celebración por la llegada de Florentino a la presidencia".
Lo cierto es que, de concretarse el fichaje de Kaká, sería el segundo más caro en la historia del fútbol sólo por detrás del de Zinedine Zidane, por el que el Real Madrid pagó 73 millones de euros a la Juventus de Turín en 2001. Y a falta de confirmación oficial, Florentino Pérez podrá cumplir un viejo sueño del madridismo como es el de ver a Kaká vestido de blanco después de las falsas promesas hechas por Ramón Calderón desde verano de 2006.