Robinho da al Madrid un inmerecido triunfo en Balaídos que le permite mantenerse vivo en la lucha por el título (1-2)

(Libertad Digital) El Celta salió desde el primer instante a por el partido, jugándole de tú a tú a los blancos y ofreciendo su cara más atrevida, lo que a la postre no valió de mucho. Sin embargo, y tras un primer aviso del Real Madrid en las botas de Raúl, en el primer minuto de partido fue, de hecho, el Celta el que primero apostó por jugar el balón, encerrando a los blancos en su propio campo y obligándole a salir al contraataque, aunque sin mucho acierto en estos primeros minutos.

Pero fue el Madrid el que primero asestó golpe, en el minuto 26. Contreras, en un error defensivo no acertó a sacar el balón, que se llevó Van Nistelrooy ante el que Pinto en su salida cometió penalti. El goleador holandés, 'pichichi' de la Liga a domicilio, no falló y marcó el 0-1. Resultado injusto para el Celta que hasta el momento había presentado muchos más argumentos sobre el césped con la vuelta de Iriney y Oubiña en el pivote, ganando los gallegos en circulación de la pelota, distribuida con mejor criterio. De área a área, sólo dos minutos más tarde, en el 28, jugada polémica en la figura de Ángel, quien cayó en el área chica reclamando penalti. Pérez Burrull, sin embargo, no apreció pena máxima y en cambio castigó al internacional céltico con amarilla, lo que indignó a jugadores, banquillo y grada local.

Noqueado el Celta, el Madrid apretó buscando sentenciar el encuentro, algo que casi consigue Van Nistelrooy en un disparo que pegó en el palo consecuencia, de nuevo, de un incomprensible error defensivo, en este caso de Lequi. El Madrid perdonó ahí y el Celta hizo lo propio en el 36 cuando Contreras, solo ante Casillas, mandó alto el balón a menos de dos metros, cuando eso era lo más difícil. En esta sucesión, de nuevo Ruud Van Nistelrooy dispuso de una nueva oportunidad en el cuarenta en un balón cruzado, pero cuando parecía que se llegaría al descanso con el 0-1, se produjo la igualada viguesa a cargo de Ángel. Nené, en el área blanca vio el desdoblamiento del lateral derecho para dejarle la pelota al canario, que de tiro cruzado, puso el esférico en el palo largo, haciendo inútil la estirada de Casillas (1-1).

Celestes y blancos comenzaban un partido nuevo en la segunda parte habida cuenta de que el empate de poco o nada valía para los intereses de unos y otros, especialmente para el Real Madrid después de la victoria del Barcelona, que ponía a los catalanes con ocho puntos de ventaja. El juego en esta segunda parte se convirtió en un correcalles muy vivo, en el que se sucedieron las llegadas de uno y otro lado pero en el que comenzó a hacer presencia las imprecisiones y la presión por el resultado degenerando en un juego con más corazón que cabeza y muy poco táctico. La mejor ocasión una de en un disparo a bocajarro de su delantero Baiano que estrelló en el cuerpo de Casillas. Capello retiró a un flojo Raúl y poco más tarde a Gago para dar entrada a Emerson y Robinho, que a ocho minutos para el final del encuentro daría la victoria al Real Madrid, tras batir a Pinto de cabeza tras un centro de Higuaín.

Ficha técnica del partido

Celta de Vigo, 1: Pinto; Ángel, Contreras, Lequi, Placente; Oubiña, Iriney, Nené (Jonathan Aspas, m.84), Gustavo López (Núñez, m.69); Bamogo (Perera, m.73) y Baiano
Real Madrid, 2: Casillas; Míchel Salgado (Mejía, m.84), Sergio Ramos, Helguera, Torres; Diarra, Gago (Emerson, m.73); Raúl (Robinho, m.61), Guti; Higuaín y Van Nistelrooy

Goles: 0-1, m.26: Van Nistelrooy, de penalti; 1-1, m.44: Ángel, tras una gran jugada de Nené; 1-2, m.82: Robinho, de cabeza
Árbitro: Pérez Burrull (Colegio cántabro). Expulsó a Guti por doble amonestación (ms.89 y 90). Además, mostró tarjeta amarilla a Pinto (m.26), Ángel (m.28), Iriney (m.35), Núñez (m.85) y Lequi (m.88), por parte del Celta de Vigo; y a Gago (m.20), Michel Salgado (m.64), Diarra (m.68) y Helguera (m.88) por el Real Madrid.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo octava jornada de Liga en Primera División disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 22.000 espectadores