L D (EFE) "Espero que el domingo sea mi día", ha dicho el jugador de Hostalric tras derrotar al chileno Nicolás Massú por 6-2, 6-0 y 6-2 y fijar su duelo contra Moyá en octavos, el cuarto entre ellos, con total ventaja para el de Palma que ha ganado los tres hasta ahora y sin ceder un solo set.
"Ahora viene el tercer español, y tengo que jugar como sé y estoy seguro que tendré posibilidades. ¿Por qué no va a ser mi día?", comenta Tommy, que ha dejado en el camino antes a Beto Martín y a Guillermo García López. Robredo quedaba ampliamente satisfecho con su actuación. "Me veía muy bien antes de entrar en la pista, pero ganarle así es un poco irreal", decía sobre su triunfo sobre el último chileno que quedaba en el cuadro. "Él no ha estado a su altura, pero estoy en cuarta ronda, jugando un gran tenis y descansado, que es lo importante".
Robredo dice que durante el primer set, con 2-2, cambió de táctica y eso fue decisivo. "Me he dado cuenta que tenía que ser más agresivo, y ahí es donde ha cambiado, me he metido un metro más dentro de la pista, y tras hacer yo 14 juegos seguidos, he visto que el partido ya era mío", admite. "Este año estoy con más confianza, jugando más agresivo y soy mucho mejor jugador. El año pasado empecé a jugar mejor desde el encuentro contra Hewitt, pero en este he llegado aquí con el nivel dentro y en mejores condiciones que en el 2003, y lo he demostrado", apunta. "Incluso jugando él al cien por cien no me hubiera ganado".
"Ahora viene el tercer español, y tengo que jugar como sé y estoy seguro que tendré posibilidades. ¿Por qué no va a ser mi día?", comenta Tommy, que ha dejado en el camino antes a Beto Martín y a Guillermo García López. Robredo quedaba ampliamente satisfecho con su actuación. "Me veía muy bien antes de entrar en la pista, pero ganarle así es un poco irreal", decía sobre su triunfo sobre el último chileno que quedaba en el cuadro. "Él no ha estado a su altura, pero estoy en cuarta ronda, jugando un gran tenis y descansado, que es lo importante".
Robredo dice que durante el primer set, con 2-2, cambió de táctica y eso fue decisivo. "Me he dado cuenta que tenía que ser más agresivo, y ahí es donde ha cambiado, me he metido un metro más dentro de la pista, y tras hacer yo 14 juegos seguidos, he visto que el partido ya era mío", admite. "Este año estoy con más confianza, jugando más agresivo y soy mucho mejor jugador. El año pasado empecé a jugar mejor desde el encuentro contra Hewitt, pero en este he llegado aquí con el nivel dentro y en mejores condiciones que en el 2003, y lo he demostrado", apunta. "Incluso jugando él al cien por cien no me hubiera ganado".