Robredo y Almagro avanzan a segunda ronda

Los tenistas españoles Tommy Robredo y Nicolás Almagro han accedido a la segunda ronda del Masters 1.000 de Toronto (Canadá), sexto de la temporada, en una jornada en la que se ha despedido Feliciano López y ha debutado Rafa Nadal en dobles con una derrota.

El gerundense, número 38 del circuito masculino, doblegó sin apuros al finlandés Jarkko Nieminen en dos sets (6-1 y 6-4) en una hora y 19 minutos de un choque en el que llegó a quebrar hasta cinco veces el servicio de su oponente, y en el que dominó de inicio por 4-0 tras un inicio dubitativo de su rival.

Así, Robredo llegó a enfundarse la primera manga por la vía rápida después del escaso índice (58 por ciento) de primeros saques del nórdico, aunque en el segundo parcial mejoró sus prestaciones hasta el punto de romper en el séptimo juego (3-4) y situarse por delante.

No obstante, fue el catalán quien recuperó el terreno perdido para adjudicarse la manga tras un 'rush' final de 3-0. Ahora, el de Hostalric se medirá este miércoles ante el vencedor del encuentro entre el alicantino David Ferrer, décimo favorito del certamen, y el argentino David Nalbandián, reciente vencedor en Washington.

Además, el murciano Nicolás Almagro, vencedor hace dos semanas en Gstaad, necesitó tres mangas para superar al ucraniano Illya Marchenko por 7-5, 5-7 y 6-4 en un partido en el que sólo cedió un 'break'.

Nico, cuartofinalista en Miami, echó mano de su potente saque – firmó cinco 'aces' en el partido– para quebrar la resistencia de Marchenko, que pagó sus nervios con cuatro dobles faltas muy inoportunas. En la próxima ronda, se medirá al vencedor del choque entre el francés Michael Llodra y el colombiano Santiago Giraldo.

Peor fueron las cosas para el otro español en liza, Feliciano López. El toledano, semifinalista hace unos días en Los Ángeles, se despidió al caer en dos mangas frente al holandés Thiemo de Bakker por 7-6(2) y 6-3, en un duelo que se interrumpió en varias ocasiones por la lluvia.

Los siete 'aces' de Feli no fueron suficientes ante el potente servicio de De Bakker, que conectó diez saques directos y no tuvo ni una sola bola de 'break' en contra en todo el duelo.