L D (EFE) Serviá, por lo tanto, ha llegado líder del raid a España, ya que la "caravana" duerme, después de 500 kilómetros de enlace, en Castellón, donde tendrá lugar el sábado una especial de nueve kilómetros antes de que los participantes inicien el traslado hasta Algeciras con destino Tánger.
El piloto de Pals fue el más rápido en la primera especial realmente competitiva del Dakar. Marcó un crono de 25:00, tres segundos menos que uno de los míticos de la prueba, el francés Stephane Peterhansel (Mitsubishi), mientras que el tercero, el belga Gregoire de Mevius (BMW) llegó a 26 por delante de su compañero de equipo, el ex campeón de esquí alpino Luc Alphand, que cedió 35. Serviá, que en abril cumplió cincuenta años, ha comenzado tras una década un Dakar en el que tiene como objetivo personal "subir al podio final". De momento, todo le marcha correctamente.
El japonés Kenjiro Shinozuka (Nissan), quien ganó el prólogo del jueves, y el surafricano Giniel De Villiers (Nissan) chocaron levemente y aunque lograron completar la especial perdieron cinco y dos minutos, respectivamente. La especial, cuya disputa entre las sierras del Pays d´Oc que domina la abadía cisterciense de Fontfroide había generado antes del Rally protestas de parte de una asociación ecologista de la región, tuvo en cuanto a los coches un final movido, ya que el "buggy" de Claude Arnoux quedó cruzado en la pista y la organización atribuyó un tiempo de 34:21 a todos los vehículos que no habían terminado el recorrido (a partir del 48). Asimismo, se anuló la especial para los camiones, debido al percance de Arnoux -obligaba a un notable retraso para su "liberación" y al estado de la pista, muy embarrada y marcada por profundas huellas.
Roma, tercero en motos
En motos, Fretigné se convirtió en el primer líder. Aprovechó perfectamente de sus dos ruedas motrices para marcar un crono insuperable de 22:47. Su compatriota Despres, segundo en la anterior edición, hizo esa misma plaza con 23:02 y Nani Roma, pese a las malas condiciones de la pista, demostró sus buenas condiciones de pilotaje al hacer una tercera posición a 57 segundos, mientras que el vencedor de 2003, el también francés Richard Sainct fue cuarto a 58.
Roma reconoció que tiene ganas de que "llegue el buen tiempo tras el frío que se ha pasado". "No es nada agradable rodar en moto en estas condiciones", indicó el catalán, quien apuntó que esta especial "no era nada fácil, porque había muchísimo barro con roderas muy largas y era un lugar en el que se podía perder mucho tiempo y ganar poco". "He rodado con precauciones y es importante meterse de entrada entre los primeros lugares aunque sin tomar excesivos riesgos", aseveró.
El resto de componentes del equipo Repsol, Marc Coma e Isidre Esteve, también llegaron a España en los puestos de privilegio. El primero fue sexto a 1:02 y el segundo séptimo a 1:05. Coma opinó que fue "una especial muy divertida y difícil a la vez", en la que prefirió "no arriesgar mucho", mientras que Esteve apuntó que antes de la especial detectó un problema eléctrico que afectó a su motor. "Pudimos solucionarlo, pero me he desconcentrado un poco y he rodado sin arriesgar porque había mucho barro en toda la especial. Esta tarde los técnicos del equipo van averiguar donde está el problema", señaló.
Peor lo pasó José Manuel Pellicer, a quien se le salió la cadena en la mitad de la especial, lo que le hizo perder tiempo y terminar en el puesto vigésimo primero. "En mi vida se me ha salido una cadena en una especial y hoy tenía que ser la primera vez. Me encontraba muy cómodo sobre la pista, estaba muy embarrada pero era muy parecida a un tramo de enduro. He cogido una rodera y algo ha golpeado a la guía de la cadena y ésta se ha salido, he bajado de inmediato y la verdad que con los nervios y con todo el barro que había no atinaba a colocarla en el sitio. Finalmente lo he hecho y he continuado", explicó. "Ha sido una pena porque creo que hubiera podido estar entre los diez primeros. La especial era muy ratonera y aunque había tramos que eran largos y podías abrir gas, tenías que ir con mucho cuidado al no poder ver lo que venía detrás", añadió.
Tras esta primera toma de contacto oficial, los pilotos enfilaron el largo enlace hasta Castellón, ciudad en la que para muchos será la última noche en una cama de hotel hasta dentro de mucho tiempo. El sábado tendrá lugar la corta especial de nueve kilómetros con la meta situada en la playa y nuevo enlace hacia Algeciras, donde los participantes embarcarán para llegar a Tánger.