Anthony Robles es un chico de 22 años del Estado de Arizona que se acaba de proclamar campeón universitario estadounidense de lucha libre en la categoría de 55 kilos. Hasta ahí todo normal. La historia cambia drásticamente cuando se añade que el chico nació sin su pierna derecha y que, por tanto, realiza todos sus combates con una sola pierna.
El pasado sábado completó una temporada en la que se ha mantenido invicto, con 36 victorias, al imponerse en la final al defensor del título, Matt McDonough, por un incotestable 7-1. "Había soñado con ese momento durante toda mi vida, y esta temporada me había estado preparando sólo para lograrlo". "Estaba muy asustado, pero en cuanto ejecuté el primer asalto me tranquilicé, y todo salió como tenía que salir", dijo Robles, con toda la naturalidad del mundo.
"No comencé en el deporte por la fama ni por la atención, lucho porque me encanta la lucha", comenta Anthony Robles, quien ha asegurado que le ayuda mucho cuando "niños y adultos me envían cartas o me escriben en Facebook para decirme que les estoy inspirando, les estoy dando ánimos para hacer cosas que otra gente nunca hubiera considerado posible".
Esa es la gran cualidad de este deportista, capaz de convertir su gran dificultad en su mayor ventaja para sorprender a sus rivales, llevándoles inmediatamente al suelo, lo que unido a un impresionante torso superior le hace muy difícil de superar. "Me considero un atleta, y los verdaderos atletas somos capaces de superar todos esos sentimientos".