Novak Djokovic, número dos del mundo, ha saltado a la cancha con una máscara de Darth Vader para celebrar la Noche de Halloween. Ha ocurrido en el Masters 1000 de París-Bercy, donde contra todo pronóstico ha caído contra el estadounidense Sam Querrey, por 0-6, 7-6 (5) y 6-4 en dos horas y un minuto.
A pesar de su derrota en la segunda ronda en la capital francesa, donde el año pasado alcanzó los cuartos de final, el de Belgrado tiene asegurado terminar la temporada como número uno del mundo, independientemente de lo que ocurra en la Copa de Maestros que comienza el próximo lunes en Londres.
Con la eliminación de Djokovic, unida a las ausencias del suizo Roger Federer (1) y el español Rafael Nadal (4), el cuadro del torneo se queda muy abierto. Así, el británico Andy Murray, tercero en el ránking de la ATP, se convierte en el máximo favorito para proclamarse vencedor el domingo, por delante del español David Ferrer, quinto mejor tenista del mundo.