La Copa Masters ya tiene finalistas. El suizo Roger Federer superó a Andy Murray por 7-6 (5) y 6-2, en una hora y 33 minutos, y se jugará el título este lunes ante el serbio Novak Djokovic, que batió al argentino Juan Martín del Potro.
Federer es el tenista que más Copas de Maestros ha levantado en la historia (seis, una más que checo Ivan Lendl y el estadounidense Pete Sampras), y este año puede batir su propio récord. Su último obstáculo antes de la final era Murray. El escocés rompió el servicio del helvético a las primeras de cambio y encaró el primer parcial con confianza, si bien se encontró ante sí con un Federer dispuesto a arriesgar con bolas a las líneas.
El suizo recuperó terreno ante un Murray que no pudo evitar ceder el desempate del primer set. Las opciones menguaron todavía más al inicio del segundo parcial, cuando Federer volvió a desbaratar el saque de su contrario. A la media hora del segundo parcial ya tenía listo para sentencia un encuentro en el que Murray cerró con derrota la mejor temporada hasta ahora de su carrera.
Del Potro no pudo con Djokovic
Djokovic ha superado a Juan Martín Del Potro en semifinales, en un partido de dos horas y 11 minutos, con remontada incluida (4-6, 6-3 y 6-2). Del Potro, que comenzó ganando el primer set, no ha podido con el serbio y se queda a las puertas de su segunda final de la Copa de Maestros.
El gigante de Tandil, de casi dos metros de altura, abrió el partido en el O2 Arena lanzando bolas largas que buscaban imprecisiones de su rival. Djokovic no seguía el juego al argentino y abandonaba la línea para adelantarse y contraatacar cruzando tiros que Del Potro no tenía tiempo de alcanzar, si bien sufría al resto para contener la potencia con la que le encaraba su rival.
En los primeros intercambios, Del Potro demostró que no tenía complejos en llevar a Djokovic de un lado a otro de la pista hasta cansarle. Incluso dio la impresión de que el serbio estaba noqueado. Amagó con volver a romper su servicio en el primer juego del segundo set y lo logró de nuevo en el tercero, para ponerse con un 2-1 que anticipaba un camino hacia la final cuesta arriba para el serbio.
Contra todo pronóstico, el número uno dio un golpe de timón y enderezó de nuevo el duelo a su favor. La última manga, también fue suya. Del Potro apretó los dientes para tratar de contener el vendaval de juego que desplegaba el serbio sobre el firme azul del O2 Arena, pero la segunda ruptura de Djokovic en el parcial, que le dejaba con 5-2 en contra, sentenció finalmente un duelo que Del Potro había creído suyo en algún momento.