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Rafa Nadal acaba con Djokovic y gana su noveno Roland Garros

Nadal remonta ante Djokovic, tras perder el primer set, y se hace con su quinto título consecutivo en París. Iguala a Sampras con 14 grand slam.

Parecía a todas luces la final más difícil para Rafa Nadal en Roland Garros. Llegaba tras cuatro derrotas consecutivas ante Novak Djokovic, y en su peor año sobre tierra en los últimos años. Su tiranía ya no parecía la misma de hace unos años, pero el de Manacor ha vuelto a tirar de corazón, y ha derrotado a su máximo rival actual para imponerse por novena vez la arcilla parisina, y destrozar cualquier registro que quedase en manos del mito Björn Borg, que fue precisamente quien entregó la nueva Copa de los Mosqueteros al tenista español.

Y eso que las cosas no empezaron del todo bien. Tras seis primeros juegos en los que ambos se mostraron pétreos con su servicio, llegó la primera ruptura, cuando Djokovic, más intenso e incluso móvil sobre la pista, pudo encontrar la fisura necesaria en el saque del español para poner el 5-3 en el marcador. En el siguiente juego, pese a que Nadal tuvo un 15-40 a su favor, el serbio sacó lo mejor de sí para cerrar la primera manga. Si el reto ante este Djokovic ya parecía mayúsculo, verse un set abajo no hacía sino convertir en gesta la victoria de Nadal.

Sin embargo, lejos de hundirse, nuevamente Nadal volvió a sacar lo mejor cuando más difícil parecía todo. Comenzó a soltarse con su derecha, a ser más agresivo, y a esperar que flaqueara un Djokovic al que todo le salía a la perfección. La rendija la encontró el español en el sexto juego, cuando al fin pudo romper el saque de su rival para abrir la renta hasta el 4-2. Empero, no tardaría el número dos del mundo en poner las cosas en su sitio, y devolvió por la vía rápida el break a Nadal para reestablecer la igualdad en el 4-4. Djokovic sabía ahí que ganar ese segundo set le daba medio partido, y fueron quizá los mejores minutos del partido, plenos de tensión y un tenis del más alto nivel. Fue ahí, contra la espada y la pared, cuando Nadal logró, a las puertas de un tie break que habría sido de infarto, asestar una daga en el corazón de su rival, al volver a romper su servicio para llevarse la segunda manga por 7-5. El viento de la final empezaba a cambiar.

Y tanto cambió el viento que a partir de ahí Djokovic no fue el mismo. Nadal, más fresco, agresivo y confiado, bordó el tenis ante un serbio que no parecía dispuesto a sufrir, que no quería correr, y que todo lo fiaba al poderío de su derecha. Buscaba golpes ganadores sin cesar, pero cuando el punto se alargaba, siempre caía del lado del número 1 del mundo, que resolvió sin apuros por 6-2 el tercer set, con el serbio deambulando por la Phillipe Chatrier, víctima del calor, la fatiga, y especialmente el varapalo mental del segundo set.

Todo parecía ahora en la mano del español, mas pese a que en ocasiones le consideremos inhumano, también comenzó Nadal a dar muestras de cansancio considerable. Más de tres horas de partido y muchísimo calor hacían mella sobre los dos jabatos que buscaban reinar en París. Djokovic olió la sangre, y como si fueran sus últimos estertores volvió a parecerse al del primer set. La diferencia estuvo en que Nadal no rehuyó el combate, como sí hizo el serbio en el tercer parcial. Con 4-2 y saque pudo sentenciar el manacorí, pero cedió su servicio cuando algunos preparaban ya la alfombra roja. En plena guerra mental, cuando los físicos ya no daban más de sí, Djokovic volvió a flaquear, y pese a dominar con 30-0 el décimo juego del set, una doble falta terminó por certificar el reinado de Nadal en París. Por si había dudas, el mallorquín se alzó con su noveno título en París. Casi nada. Pese a que algunos podían esperarlo, el Rey de la tierra batida ha decidido alargar su reinado.

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