Rafa Nadal tuvo que sufrir como casi nunca para conseguir su noveno Roland Garros y el decimocuarto título de Grand Slam de su carrera, igualando así la marca de Pete Sampras.
De hecho, nada más ganar a Novak Djokovic en cuatro sets (3-6, 7-5, 6-2 y 6-4 en tres horas y media), el número uno del mundo subió a la grada de la pista Philippe Chatrier para celebrar el triunfo con su familia y comentarle algo al oído a su tío y entrenador, Toni Nadal.
Hasta ahora se desconocía el contenido de las palabras de Rafa Nadal, pero Mundo Deportivo desvela que lo que le dijo el tenista a su preparador fue que tenía "muchos calambres" y que se encontraba "muy, muy cansado", al borde de la deshidratación -este domingo en París había temperaturas cercanas a los 30 grados-, por lo que le pidió que le trajeran suero y una ambulancia.
Sobre este asunto se ha referido Toni Nadal horas después de la victoria de su sobrino. "Le comenté que estuviera tranquilo, que informaría al médico y él ya sabría qué hacer en vestuarios", decía el entrenador en referencia al médico Ángel Ruiz-Cotorro, que fue quien atendió al tenista en los vestuarios tras la disputa de la final.
Además, Toni Nadal ha desvelado que, en caso de haber perdido el cuarto set ante Djokovic, Rafa seguramente habría acabado sucumbiendo en la final. "Sufría de muchos calambres. Seguramente Rafael habría sido derrotado", añadía.