L D (EFE) Al principio de temporada, Toni se marcó como reto ante la directiva del Atlético de Madrid que, si el equipo no conseguía la clasificación para competición europea esta campaña, renunciaría a su último año de contrato. "No es una decisión que haya tomado a la ligera. Yo di mi palabra en su día. Tengo que asumir mi responsabilidad, que es la que asumí en su día. Las cosas no han salido y son así. Era mi pensamiento y mi palabra. Del Atlético de Madrid voy a ser siempre, nunca dejaré de serlo", apuntó.
Visiblemente emocionado, Toni dijo que "es un día muy bonito, es especial para mí. Aunque las palabras no salgan es un día muy feliz para mí, de verdad. Tengo palabras de agradecimiento por muchas razones. Han sido 17 años en esta casa. Y el 30 de junio dejo el Atlético de Madrid. Es una decisión personal". "Os garantizo –continuó– que soy una persona tremendamente feliz. Y por muchos motivos. He tenido el privilegio y la suerte de convivir con mucha gente que tiene un gran corazón en este club. El Atlético de Madrid me ha dado mucho en mi vida. He pertenecido a la cantera como jugador, he sido profesional en el primer equipo, he dirigido el fútbol base y la dirección deportiva". "Era mi decisión irme, porque yo la entendía así. Creo que el club debe seguir creciendo y he dado el máximo dentro del campo y fuera de él, eso no me lo va a quitar nadie. Todo por un sentimiento y mi dignidad profesional", recalcó Toni, que añadió que el Atlético "es uno de los clubes más grandes que hay en el mundo".
Toni, que ha permanecido 17 años ligado club, enjuició su papel: "Se ha hecho una gran plantilla. Asumo toda la responsabilidad y soy el primero que levanto la mano de ser el máximo responsable de que el equipo no haya conseguido sus objetivos", agregó. "Cuando no se consiguen las cosas -añadió- es muy fácil echarle la culpa al de al lado o al de fuera. Yo me la echo a mí mismo. Sigo confiando en que tenemos una gran plantilla. No se han cumplido los objetivos y es un hecho. Es una mala temporada, pero hay gente trabajando en el club para que eso cambie".
El director deportivo rojiblanco deseó "mucha suerte tanto a Miguel Angel Gil Marín (consejero delegado), Enrique Cerezo (presidente) y al nuevo entrenador (que será el mexicano Javier Aguirre), que la va a necesitar" y destacó que durante su etapa en el Atlético ha trabajado en "un clima fenómeno". En su despedida ante los medios, Toni afirmó que se acuerda de "mucha gente". "Me hubiese encantado que hubiesen estado aquí Jesús Gil, Tomás Morel o Miguel Pérez, que han sido muy atléticos. Y mucha gente más y la cantidad de gente del club con la que yo me he sentido muy bien".
Aguirre le dice adiós al Osasuna
El entrenador mexicano Javier Aguirre anunció este viernes oficialmente su marcha de Osasuna tras concluir el pasado martes su cuarta temporada al frente del equipo pamplonés. Aguirre confirmó públicamente un secreto a voces desde que la pasada semana los jugadores desvelaran que el propio técnico les había comunicado el lunes día 8 el final de su trayectoria en el equipo "rojillo", al que llegó tras dirigir a la selección mexicana en el Mundial de Japón y Corea en el 2002.
"El Vasco" anunció oficialmente por primera vez su marcha de Osasuna, si bien no desveló el nombre del equipo al que entrenará la próxima temporada, aunque todo apunta a que se hará cargo del Atlético de Madrid, club con el que coqueteó los dos últimos años y por el que será presentado probablemente el próximo miércoles. Aguirre, que recibió la insignia de oro del club de manos del presidente, Patxi Izco, muy emocionado durante toda la conferencia de prensa de despedida al técnico mexicano, protagonizó una comparecencia de veinticinco minutos en la que, según dijo, prefirió mostrarse tal y como es, sin ser "formal, serio, obvio y muy racional", sino "enigmático, distinto, sin vueltas y con el corazón por delante". "Así llegué y así me voy", comentó.
El ex seleccionador mexicano se mostró "agradecido" por su estancia en Osasuna y destacó que se han sentido "muy cómodo" en sus cuatro años en Pamplona, donde, según indicó, "fue fundamental el respeto a mi trabajo", si bien recordó que en dos ocasiones temió por su destitución, en dos fases en las que se sintió "indigno y avergonzado" de sentarse en el banquillo 'rojillo'. Subrayó que nunca se sintió un extranjero en Pamplona, que nunca le faltó nada y que pudo trabajar "con tranquilidad", al tiempo que pidió perdón a cualquiera que se hubiera podido ofender por alguna acción suya en estos cuatro años.
Aguirre no quiso confirmar que la próxima temporada dirigirá al Atlético de Madrid y emplazó a los periodistas al próximo miércoles, cuando será presentado por su próximo equipo, si bien adelantó que su intención es llevarse al segundo entrenador, su compatriota Nacho Ambriz, y al preparador físico navarro, Juan Iribarren. "Aún no he trabajado para mi próximo club y no hemos hablado de llevarme a nadie y de las necesidades que se tienen, pero la idea es invitar a Nacho y Juan Iribarren", aseguró Aguirre desmintiendo algunas informaciones, al tiempo que reconoció que todo cambio genera "incertidumbre".