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DERROTA A SERBIA (83-82)

Tunceri hace historia y Turquía jugará la final

En un emocionante encuentro, Turquía ha conseguido derrotar a nuestro verdugo, Serbia, y disputará la final de su Mundobasket. La estrella del encuentro fue Tunceri. El último escollo del anfitrión será la todopoderosa selección de Estados Unidos.

Serbia, verdugo de España en semifinales, arrancó el partido sin ningún tipo de complejos pese a la enorme presión que se vivía en el Sinan Erdem de Estambul, lleno a rebosar para la ocasión. Los pupilos de Dusan Ivkovic, con la anotación muy repartida, como ya sucediera ante España, aprovecharon el desacierto ofensivo anfitrión en el comienzo para marcar las primeras diferencias (12-6). Sin embargo, el ídolo de masas local, Hedo Turkoglu, comenzó a calentar su muñeca, algo oxidada en los primeros tiros, para, con cinco puntos consecutivos, enjuagar de inmediato la ventaja serbia y obligar a Dusan Ivkovic a parar el partido (15-15). La afición turca rugía, consciente de la importancia del apoyo hoy más que nunca. Aún así, la personalidad de esta generación serbia está fuera de toda duda, y Teodosic, el líder indiscutible de los balcánicos, dejó a los suyos dominando al final del primer parcial (20-17).

El ímpetu turco seguía sin ser suficiente mediado el segundo cuarto para dominar el buen hacer serbio. Una asistencia memorable de Teodosic, verdugo de España y un auténtico genio del baloncesto, y siete puntos seguidos de Savanovic, en un momento de forma dulcísimo, empezaron a inquietar a la afición local (33-25). La renta de los ex yugoslavos no menguó hasta el descanso. Ni los buenos minutos del base turco Arslan, repartiendo juego y anotando, fueron suficientes para evitar la ansiedad generada en el Sinan Erdem por el marcador en el intermedio (42-35).

La charla del seleccionador turco, el sabio Bogdan Tanjevic, fue de lo más efectiva. Turquía salió como una moto del vestuario, y no tardó más de tres minutos en igualar todo el trabajo serbio de la primera mitad, tras un triple de Onan (46-46). Pero con el Sinan Erdem rugiendo como nunca desde que empezó la fase final del campeonato, Serbia volvió a reclamar su posición una vez más. Pese a que el arbitraje empezaba a adquirir tintes caseros, de la mano de un magistral Teodosic, los de Dusan Ivkovic volvieron a encontrar las carencias de la defensa otomana (56-48). Más, como si de un ciclista se tratara, Turquía seguía haciendo la goma, como se dice en argot de las dos ruedas. Dos tiros libres de Gonlum sirvieron para volver a igualar el marcador, tras un gran triple de Arslan, libre de marca (56-55). Otro triple más del base turco sirvió para dejar todo por decidir en el último periodo, aunque siempre con ventaja serbia (63-60).

Tardó en volver a cancha Turkoglu, no lo hizo hasta ya comenzado el último cuarto, en el momento en que deben aparecer los grandes. Teodosic por Serbia mantenía los galones, encontrando huecos imposibles en la defensa zonal turca, que sus pívots, Krstic y Perovic, no siempre entendían. En el bando de la media luna, el nuevo jugador de los Phoenix Suns rescató a los suyos con un triple (64-66), pero rápidamente el joven valor serbio Marko Keselj le dio la réplica en el lado contrario. Llegó después otro triple de Teodosic, y las alarmas saltaron en Estambul (72-67).

Pero a veces el invitado menos esperado entra en escena, y Kerem Tunceri, el que fuera base del Real Madrid, anotó dos triples para poner a su equipo, al fin, por delante (75-76). Quince mil personas en el Sinan Erdem estaban al borde del éxtasis.

Se entró en el último minuto con 77-79 para los locales. Krstic sólo anotó uno de sus dos tiros libres, y Turkoglu falló un precipitado lanzamiento de tres. En el ataque serbio, Keselj cogió un rebote providencial tras el fallo de Teodosic, y anotó los dos puntos desde el tiro libre, dejando a Serbia a un paso de la final a sólo veintiocho segundos (80-79). Pero Tunceri volvió a ejercer de líder, y su asistencia para la canasta del joven Erden, sirvió además para sacar la quinta falta a Nenad Krstic (80-81). La bola llegó una vez más a Teodosic, pero esta vez no decidió él, sino el madridista Novica Velickovic, que anotó bajo el aro para dejar la final a un paso a falta de cuatro segundos (82-81). En la última jugada, un terrible error defensivo de los serbios permitió, de nuevo a Tunceri, hacerse con un balón muerto y penetrar sin oposición hacia el aro rival, dejando a Turquía a un paso de una hazaña histórica con el 82-83 definitivo.

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