Turienzo presenta una denuncia por las amenazas telefónicas recibidas tras su polémica actuación en El Sardinero

L D (EFE) Turienzo Álvarez ha decidido emprender esta medida después de haber recibido llamadas telefónicas amenazadoras tras el partido del sábado, en el que pitó dos penaltis dudosos a favor de los cántabros en los últimos minutos y que sirvieron para que el Racing remontara y acabara ganando el partido ante el conjunto blanco.

"Tengo un sentimiento un tanto extraño. Tan sólo estamos hablando de fútbol... Me siento un tanto desprotegido y amenazado. Lo digo porque en mi casa se han recibido más de 50 llamadas telefónicas amenazándome, a mí y a mi familia, de muerte. Me gusta ser árbitro, y lo hago con honradez y dignidad, pero yo tengo una familia, y es duro", declaraba el colegiado durante una entrevista concedida a la emisora Punto Radio.

Turienzo Álvarez comenta que no siente miedo por sí mismo sino por su familia. "Tengo una niña de 6 años que ayer volvió llorando del parque. Mi hija me dice: 'Los niños me dicen que he fastidiado al Madrid'... y a mí se me cae el alma al suelo", agregó al tiempo que confirmó que tiene "guardados varios números" a partir de las llamadas recibidas.

Respecto a si la prensa tiene parte de culpa en lo que le está ocurriendo, el árbitro comentó que, afortunadamente, España es "un país democrático donde hay libertad de expresión", aunque expresó su deseo de "buscar un límite". "No quiero señalar culpables en concreto, pero a mí me ha dolido mucho una portada del domingo. Me he visto señalado en una diana, con un mensaje: 'A por él'. Creo que no es justo. No sé la definición de verdugo en el diccionario, pero yo no he ajusticiado a nadie. He sido honrado y he hecho lo que en conciencia creía que tenía que hacer, y he aplicado el reglamento", recordó Javier Turienzo Álvarez en la misma entrevista.

El árbitro también hizo referencia a las declaraciones de Pedja Mijatovic, director deportivo del Real Madrid, tras el partido, en las que comentó que estaban pasando cosas muy raras: "No hay ninguna cosa rara. Hay errores. Todos los cometen: los jugadores, los directivos, los árbitros".