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PALIZA A ESLOVENIA (95-68)

Turquía borda el baloncesto y aspira a todo

Turquía pasó por delante de Eslovenia (95-68) en su camino hacia las medallas en el Mundobasket del que es anfitriona. Los de Bogdan Tanjevic dejaron el partido visto para sentencia en los primeros minutos, con un baloncesto de enorme nivel.

Desde la salida, la selección anfitriona dejó bien a las claras: quiere que éste sea su torneo. Con un porcentaje de tiro elevadísimo, los otomanos desarbolaban la defensa eslovena de la mano de unos inspiradísimos Tunceri e Ilyasova, ante cuyo acierto poca réplica podían oponer los balcánicos, pese al buen hacer de Nachbar y Dragic (22-14). Dos espectaculares contraataques culminados por las grandes estrellas locales, Turkoglu y el citado Ilyasova, fueron la mecha definitiva que necesitaban los quince mil espectadoras que abarrotaban el colosal Sinan Erdem de Estambul, y que al final del primer cuarto ya se veían en la lucha por las medallas ante Serbia, verdugo de España (27-14).

Para desgracia eslovena, el vendaval de los locales no hizo sino continuar en el segundo periodo. Los discípulos del mítico Bogdan Tanjevic bordaron por momentos el baloncesto de ataque, y parecía amenazar con un marcador escandaloso a su rival. Otro mate de Ilyasova, y un triple lejanísimo de Arslan hicieron que la renta pasara de los veinte puntos (44-22), y el entrenador turco se permitió el lujo de jugar con tres pívots en pista, al hacer coincidir a los enormes Gonlum, Erden y Savas, quizá en una prueba para lo que podría llegar en caso de enfrentarse a Estados Unidos en una posible final, que cada vez tiene más visos de producirse. Al descanso, y en medio de la fiesta local, el partido y el pase a semifinales de Turquía estaba prácticamente sentenciado (50-31). Posiblemente, habíamos visto los mejores veinte minutos de baloncesto desde que comenzó el campeonato.

En la segunda mitad, los locales bajaron una pizca la velocidad de crucero, y aún así les sobró para continuar arrollando en el tercer cuarto a un equipo esloveno en el que Nachbar había desaparecido tras su buen comienzo (71-43).

Así las cosas, los últimos diez minutos del partido sobraron por completo. Tanjevic se dedicó a reservar a sus estrellas, volvió a probar con tres pívots y se sentó a observar el resultado de su obra, un país unido apoyando a un equipo en busca de un único objetivo: la final del Campeonato del Mundo. Estados Unidos ya lo sabe, Turquía no quiere que su torneo se le escape.

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