El atleta leonés Sergio Sánchez, subcampeón del mundo indoor de los 3.000 metros lisos en el pasado Mundial de Doha (Qatar), se ha despachado a gusto con Jaime Lissavetzky, quien este viernes se despide del cargo de secretario de Estado para el Deporte, que ha ejercido durante los últimos siete años con más pena que gloria.
En declaraciones a Radio Cantabria, Sánchez critica duramente la labor de Lissavetzky, sobre todo por el caso de Alemayehu Bezabeh, a quien el Comité de Competición de la Federación Española de Atletismo (RFEA) absolvió el pasado lunes de tentativa de dopaje en relación con la Operación Galgo. Tres días después, el Consejo Superior de Deportes (CSD) decidió recurrir la exculpación del fondista español de origen etíope.
"Como atleta me da vergüenza vestir la camiseta de la selección. Tengo un currículum, una imagen. En un foro de EEUU lleno 200 páginas y ahora vestir la camiseta España dañaría mi imagen. Me parece una vergüenza de país, los que mandan tendrían que ser los castigados. Soy subcampeón del mundo y no tengo beca ADO. La gente implicada en la Operación Galgo la tienen", afirma Sergio Sánchez.
"Espero y deseo ganar una medalla olímpica y que venga Lissavetzky, entonces le daré un tortazo y le diré: 'Esto lo he conseguido gracias a la mierda de ayuda que me has dado, que es nada'", ha dicho el subcampeón mundial de los 3.000 metros en pista cubierta.
"Bezabeh fue recibido como un rey, cuando Ruth Beitia, Natalia Rodríguez y yo no tuvimos ningún recibimiento, ni siquiera estaban en el aeropuerto. Eso es porque esas medallas eran de nuestros entrenadores, no de Lissavetzky. Ahora que le ha salido rana, que le han pillado con la bolsa de transfusión en la mano, ahora que salga Lissavetzky y diga que le nacionalizó él y que le recibió por aquella medalla, que no esconda la cabeza", concluyó.