L D (Agencias) El discurso había levantado unas expectativas prácticamente imposibles de satisfacer por la antelación con que se había anunciado y la relevancia que se había dado, hasta el punto de que en algunos medios de este país se había llegado a hablar de una "última oportunidad" para Schroeder. Partiendo de la base de que debía tratarse de un discurso de "sangre, sudor y lágrimas", la intervención no pudo por menos que defraudar, tal y como criticó posteriormente la jefa de la oposición, Angela Merkel, al lamentar que Schroeder sólo abordó algunos aspectos puntuales de las reformas sociales.
De hecho, hubo pocas concreciones, pero algunas importantes, como el anuncio de que el subsidio de paro se pagará en el futuro a los menores de 55 años sólo durante 12 meses y a los mayores de 55 años durante 18 meses. Hasta ahora los parados mayores de 57 años reciben el subsidio del paro durante 32 meses y los parados de entre 52 y 56 años durante 26 meses. Los sindicatos ya han acusado al gobierno roji-verde de seguir en la misma línea de deterioro social que el anterior canciller Helmut Kohl. Schroeder se defendió diciendo que esta medida "tampoco a mi me gusta". Para compensar, Schroeder fue duro con los empresarioes y les exigió cumplir con su promesa de ofrecer puestos de formación profesional a todos los jóvenes, subrayó que el "70 por ciento de las empresas eluden esta responsabilidad social". Además, amenazó con sancionar a las firmas que no cumplan con este cometido.
Recortes en la sanidad y las jubilaciones
Entre las medidas que anunció, aunque menos precisas, figuraron también recortes en la sanidad pública y en las jubilaciones, aunque menos cuantiosos de lo que se había esperado inicialmente. Respecto al tema de Sanidad, anunció que la reforma que se está diseñando actualmente no pretende empeorar el catálogo de cobertura médica, pero sí introducir una mayor competencia entre los seguros, así como excluir de las prestaciones aquellas que no tienen que ver directamente con una terapia médica, como el subsidio por maternidad que deberá ser pagado con impuestos. El objetivo de la medida es rebajar los costes que asumen las cajas del seguro obligatorio de enfermedad y, con ello, conseguir que las cuotas bajen del actual 14,3 por ciento al 13 por ciento.
El canciller abordó de pasada el problema de las jubilaciones, pero indicó que la comisión que está elaborando las reformas deberá ampliar los instrumentos de la financiación privada complementaria, que ya existe a título voluntario.
De hecho, hubo pocas concreciones, pero algunas importantes, como el anuncio de que el subsidio de paro se pagará en el futuro a los menores de 55 años sólo durante 12 meses y a los mayores de 55 años durante 18 meses. Hasta ahora los parados mayores de 57 años reciben el subsidio del paro durante 32 meses y los parados de entre 52 y 56 años durante 26 meses. Los sindicatos ya han acusado al gobierno roji-verde de seguir en la misma línea de deterioro social que el anterior canciller Helmut Kohl. Schroeder se defendió diciendo que esta medida "tampoco a mi me gusta". Para compensar, Schroeder fue duro con los empresarioes y les exigió cumplir con su promesa de ofrecer puestos de formación profesional a todos los jóvenes, subrayó que el "70 por ciento de las empresas eluden esta responsabilidad social". Además, amenazó con sancionar a las firmas que no cumplan con este cometido.
Recortes en la sanidad y las jubilaciones
Entre las medidas que anunció, aunque menos precisas, figuraron también recortes en la sanidad pública y en las jubilaciones, aunque menos cuantiosos de lo que se había esperado inicialmente. Respecto al tema de Sanidad, anunció que la reforma que se está diseñando actualmente no pretende empeorar el catálogo de cobertura médica, pero sí introducir una mayor competencia entre los seguros, así como excluir de las prestaciones aquellas que no tienen que ver directamente con una terapia médica, como el subsidio por maternidad que deberá ser pagado con impuestos. El objetivo de la medida es rebajar los costes que asumen las cajas del seguro obligatorio de enfermedad y, con ello, conseguir que las cuotas bajen del actual 14,3 por ciento al 13 por ciento.
El canciller abordó de pasada el problema de las jubilaciones, pero indicó que la comisión que está elaborando las reformas deberá ampliar los instrumentos de la financiación privada complementaria, que ya existe a título voluntario.