Rendimiento y seguridad son variables contrapuestas.
Nuestro gigantesco déficit público nos condena a estar expuestos en todo momento a las dudas, miedos, incertidumbres y pánicos de los mercados.
A veces se presta demasiada atención a los líderes políticos y sindicales nacionales, cuando hay en nuestro país muchísima riqueza regional.
Ser empresario es una aventura apasionante que recomiendo, pero hay que decir toda la verdad. Es muy duro, y en España especialmente.